Hubo varios intentos de ir a verla ya fuera en Ferrol (su ciudad natal) o en Barcelona (alguna vez va a impartir algún curso allí), pero por h o por b nunca iba.
Cuando salió uno de sus talleres en Madrid, no dudé en apuntarme; ya podía ocurrir cualquier cosa que no lo iba a cancelar por nada del mundo porque tenía mucha ilusión. No solo me apunté a uno, sino a los tres que impartía el fin de semana que venía en Komola Krafts.
El sábado era un taller que duraba desde las 10:00 hasta las 19:00. Bastante largo, pero no me importaba. Además el proyecto que mostraba en sus redes sociales, me encantó así que lo iba a hacer con mucho gusto.
Al llegar a la tienda todas las alumnas, nos subieron a la planta donde íbamos a trabajar. Nada más, entrar nos sorprendió lo ordenado que estaba y también que estaban ya todos los materiales sobre la mesa.
Simplemente teníamos que escoger sitio y escuchar a Alúa para seguir sus instrucciones.
Enseguida cogí el ritmo de las explicaciones y me puse manos a la obra para terminarlo antes de irme a casa. Así fui, lo finalicé a tiempo simplemente para que cuando tuviera fotos rellenarlo a tope ya que es un álbum de muchísima capacidad y precioso.
A mitad del día, hicimos un descanso para ir a comer a un restaurante que sinceramente no me gustó mucho lo que pedí. Aquí tengo que hacer una pequeña queja (independientemente de la comida) porque había una mujer que no hacía más que ir detrás de la youtuber y que propuso a última hora invitar tanto a las profesoras como a Alúa poniendo a muchas en un compromiso porque íbamos bastante justas de dinero; pero bueno al final se hizo el esfuerzo por no decir que no. Independientemente de eso, me lo pasé genial.
Además, en los sorteos que hizo me tocó el kit de papeles de comunión niño que son preciosos. ¡Volví super contenta a casa!
Al final, Alúa nos permitió hacernos fotos con ella:
Cuando salió uno de sus talleres en Madrid, no dudé en apuntarme; ya podía ocurrir cualquier cosa que no lo iba a cancelar por nada del mundo porque tenía mucha ilusión. No solo me apunté a uno, sino a los tres que impartía el fin de semana que venía en Komola Krafts.
El sábado era un taller que duraba desde las 10:00 hasta las 19:00. Bastante largo, pero no me importaba. Además el proyecto que mostraba en sus redes sociales, me encantó así que lo iba a hacer con mucho gusto.
Al llegar a la tienda todas las alumnas, nos subieron a la planta donde íbamos a trabajar. Nada más, entrar nos sorprendió lo ordenado que estaba y también que estaban ya todos los materiales sobre la mesa.
Enseguida cogí el ritmo de las explicaciones y me puse manos a la obra para terminarlo antes de irme a casa. Así fui, lo finalicé a tiempo simplemente para que cuando tuviera fotos rellenarlo a tope ya que es un álbum de muchísima capacidad y precioso.
A mitad del día, hicimos un descanso para ir a comer a un restaurante que sinceramente no me gustó mucho lo que pedí. Aquí tengo que hacer una pequeña queja (independientemente de la comida) porque había una mujer que no hacía más que ir detrás de la youtuber y que propuso a última hora invitar tanto a las profesoras como a Alúa poniendo a muchas en un compromiso porque íbamos bastante justas de dinero; pero bueno al final se hizo el esfuerzo por no decir que no. Independientemente de eso, me lo pasé genial.
Además, en los sorteos que hizo me tocó el kit de papeles de comunión niño que son preciosos. ¡Volví super contenta a casa!
Al final, Alúa nos permitió hacernos fotos con ella:
Cuando ya me iba a ir se me acercaron las chicas de la tienda diciéndome que al día siguiente los dos talleres que iba a haber serían iguales pero cambiando la combinación de papeles; así que me daban la oportunidad de cancelar uno, el que yo quisiera y me devolvían el dinero. Tras mirar ambos álbumes me decanté por hacer el que era de color verde. Aunque para ser sinceros, me quedé un poco triste porque más que por los talleres yo lo que quería era ver a Alúa; pero bueno... no iba a ser pesada (como otras que estaban allí) y acepté sin problemas.
Así que el domingo por la mañana me dio tiempo a estar más relajada en casa y comer tranquilamente, para luego ir más descansada al taller.
Pasó lo mismo que el día anterior, cuando entré ya estaba todo organizado en la mesa:
Nos pusimos manos a la obra enseguida. Este álbum era muy sencillo por lo que se terminó enseguida de hacer. Y aunque era muy sencillo, también era precioso y con gran capacidad para fotos.
Al igual que el día anterior, nos hicimos fotos con Alúa cuando todo finalizó:
La verdad, es que llegué a casa ambos días super feliz porque por fin había conocido a una persona a la que admiro muchísimo y no tuve que desplazarme a otra provincia a propósito. Además, ha salido ya otro taller para noviembre también en Madrid al que sin duda ya me he apuntado y estaré allí para volver a pasar una experiencia inolvidable como esta.
Como no quería quedarme sin el álbum que impartió por la mañana, me lo hice en casa ya que eran las mismas medidas y tomé fotografías para hacerlo igual. Podéis ver el resultado en mi cuenta de Instagram.
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