No quería despedir el año, sin hacer un pequeño homenaje a una de mis abuelas que murieron al comienzo del mismo.
Como en todas las familias, hay rarezas. Cuando yo era chiquitita, no estaba bien visto las separaciones y los divorcios, pero ya entonces existía en mi familia: mis abuelos paternos se separaron por motivos personales que no voy a contar aquí y mi abuelo se juntó con otra mujer con la que formó otra familia. Mis padres aceptaron su decisión; siempre que podíamos nos reuníamos con ellos (nos separaban unos 400 kilómetros, solo podíamos verlos en vacaciones) y cuando nacimos mi hermano y yo, nos educaron que la mujer de mi abuelo era una abuela más y sus hijos nuestros tíos sin distinguir si llevaban parte o no de nuestra sangre.
Desde pequeña, siempre he dicho que tenía tres abuelas y muchos niños y profesores no lo entendían porque lo normal es tener dos. Pero a mí no me importaba. Cuando me pedían dibujar a mi familia y siempre lo hacía con mis tres abuelitas; incluso los profesores llamaron a mis padres para que explicaran la situación.
Siempre por parte de esa familia, hemos recibido mucho amor y a mi hermano y a mí nos han tratado super bien incluso "malcriándonos" como hacen todas las abuelas del mundo con sus nietos. Nos llevaban al parque, a la piscina, nos hacían regalitos,... nos concedían todos los caprichos que queríamos y sobretodo nos daban mucho cariño.