El barrio judío es un barrio medieval, que nos permite penetrar en un camino de encuentro con el pasado, en un deseo de mostrar las calles, las casas, los corrales donde hombres y mujeres tuvieron su vida y la de sus hijos. Lugares por los que las pisadas de generaciones de judíos anduvieron y que todavía hoy resuenan en nuestros oídos, en nuestro lenguaje, en nuestra cultura. Calles tan evocadoras en su arquitectura como en sus nombres: Judería Vieja, Judería Nueva, Calle de Santa Ana, Corralillo de los huesos...
Hoy en día, aún se conservan algunos lugares de interés que se pueden visitar de esta zona.
El actual Convento de Corpus Christi es la sinagoga que mejor se ha conservado de las cinco que existieron en la aljama segoviana. Este hecho se debe a la conversión que, en 1410, la llevó a ser iglesia católica tras los sucesos del Corpus Christi, a quien se advocó la nueva confesión del templo.