Inés, la maga

Cuando mi madre celebró su cumpleaños, se empeñó en que quería ir a un espectáculo de magia; además, ya sabía a quién quería ver: Inés la maga. Mi madre (ninguno de los demás) había oído hablar mucho de ella a través de la televisión y la hacía mucha ilusión ir. Así que saqué las entradas por atrápalo y fuimos.

Hacía muchísimos años que ninguno de los invitados veíamos a un mago en directo, por lo que ya ni nos acordábamos de cómo íbamos a reaccionar ante los trucos.

El evento fue en el Hotel Petit Palace Santa Bárbara de Madrid, en una sala grande que se llama MagicROOM (para llegar al sitio, es mejor ir en transporte público porque es imposible aparcar por allí, ni siquiera en los parkings).

Fuimos de los primeros en llegar, por lo que pudimos escoger sitios sin problemas ya que las entradas no son enumeradas.

Nada más empezar, Inés ya empezó a sorprendernos porque se presentó en la sala con la boca tapada y con carteles donde ponía lo que quería hacer. 

No voy a desvelar ninguno de los juegos que hizo, pero sí quiero destacar que fue un espectáculo maravilloso, lleno de ilusión. Todo el público interactúa y colabora para sacar adelante la magia que Inés pretende. Personalmente, aunque lo pase mal encima de un escenario, me impresionó muchísimo lo que hizo conmigo (y yo no conocía nada de lo que iba a hacer, es decir, no era su compinche), y aunque ha pasado ya un tiempo, sigo preguntándome cómo lo hizo.

Sin duda, mereció la pena ir. Me encantó. Estoy deseando volver a verla.

Ya he recomendado este evento a todos mis amigos y compañeros de trabajo, y ahora lo hago por aquí para que también vosotros podáis vivir una experiencia inolvidable como hicimos nosotros (hablo por todos los que fuimos invitados por mi madre, porque todos salimos igual de impresionados y emocionados).

También quiero decir una cosa, Inés trabaja con muchas letras y con cosas que hay que leer por lo que es recomendable no llevar a niños que aún no sepan descifrar la lectura. Incluso me atrevería a aventurar, que es mejor que vayan cuando tengan 10 ú 11 años como mínimo para que puedan entender sin ningún problema todo lo que hay escrito; de esta forma lo disfrutarán más.

¡Gracias mamá por llevarnos a una cosa tan bonita!