Me encanta cuando llega una fecha especial y mis más allegados me regalan entradas para teatros y musicales. Hoy os traigo uno de estos últimos que me ha dado mi pareja: La jaula de Grillos.
Al principio, cuando me entregó las entradas me hizo mucha ilusión sin saber de qué iba la historia puesto que nunca había oído hablar de ella; pero enseguida me puse al día al indagar por internet:
La tranquila vida de Alvin y César, una pareja homosexual dueños de un cabaret, se ve totalmente alterada ante la inminente boda de Josean, el hijo de César, con la hija de un senador ultraconservador. El político, que desea promocionar los valores tradicionales de la vida familiar, decide visitar a la familia del novio, sin saber con lo que se va a encontrar.
Dos horas de espectáculo conducidas por José Saiz; director y actor que encarna al maestro de ceremonias, quien da paso y sentido al auténtico protagonista del show, el cabaret. Pero no un cabaret cualquiera, no. El cabaret más alocado. Números de drag queen y transformismo agrupados en distintos estilos, coreografiados por Lina Martínez. Claqué, disco, salsa… Sirven como hilo argumental de una comedia cuidada hasta el más mínimo detalle, con un magistral Alberto Vázquezal frente de un elenco de actores, cuerpo de baile y músicos. Música, coreografías y voces en directo. Canciones versionadas al castellano para sumergirte de lleno en el maravilloso mundo del cabaret.
Tenía muy buena pinta la sinopsis por lo que estaba ansiosa porque llegase el día para poder disfrutar del musical; y también desconectar porque estaba muy cansada del ritmo de vida que llevaba.
Tras verla, salí encantada puesto que es maravilloso y espléndido. Me reí muchísimo y lo pasé super bien. Aunque reconozco que este tipo de espectáculo no es para todos los públicos y no lo digo por los menores de edad, ni mucho menos sino por aquellos que tienen tanto odio a los homosexuales, travestís,... y al mariposeo. Además, no podrían sentarse cerca del pasillo central porque los actores (la mayoría hombres vestidos de mujer) se sientan sobre las rodillas de los hombres que están ahí sentados para coquetear con ellos. Todas estas personas no podrían disfrutar tanto del musical como mi pareja y yo.
La manera de actuar era tremenda. Tenían un maquillaje y vestimenta espectacular. La música era toda conocida y bailable... Hay un gran equipo también detrás del escenario que hace posible que todos estemos encantados con todo. Además, a la salida, algunos actores se quedan para fotografiarse con el público.
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