A la mayoría de los miembros de mi familia les gusta el cous cous, una comida típica de Marruecos hecho con sémola, distintos tipos de carnes y verduras y en algunas ocasiones también ponen garbanzos. Todo ello acompañado con una salsa que sale del preparado de carne y verduras (podéis ver la receta pinchando aquí). Algunas personas dicen que es muy parecido al cocido madrileño pero con la diferencia de en lugar de sopa, la pasta se sirve en seco (yo discrepo un poco de esta definición de esta delicia árabe).
Otros años hemos ido a un restaurante no moruno que hay en Las Ventas de Madrid a tomar el cous cous, pero ha cambiado de dueño... por lo que no sabíamos si se seguía sirviendo o no. Así que este año, hemos buscado otro y además que tuviera decoración típica mora para que pareciera que estábamos en el país de origen.
Buscando y buscando miles de sitios en internet y leyendo las recomendaciones que aparecen en los foros, encontramos un sitio muy acogedor y con opiniones positivas en la zona de Conde de Casal: Paraíso del Desierto.
Antes de ir a comer, nos acercamos un día a ver cómo era el sitio y a preguntar que si además de comida árabe, si sirven comida tradicional española para aquellas personas que no les gustase o no quisieran probarla. Nos dijeron que sí y nos recomendaron que comprásemos una oferta que había por Letsbonus que así nos salía más barato por comensal. Así hicimos, fuimos a la página web, encontramos la promoción y compramos los tickets para todas aquellas personas que iban a comer comida árabe.
¡Nos pusimos las botas con la comida!
Para empezar nos pusieron a los comensales la sopa harira, un buen cuenco y bien calentito. Nos vino de perlas por el frío que hacía fuera del local, así entramos en calor.
Después para cada dos personas nos pusieron un plato bien grande de Hummus, Falafel y Ensalada rosa del desierto.
Estos dos platos triunfaron entre casi todas las personas incluso alguno de aquellos que no querían comida mora.
A continuación nos sirvieron cous cous de pollo. ¡Qué delicia! Devoramos el plato casi sin respirar.
Por último, nos sirvieron postres que podíamos elegir entre tarta de almendras, pasteles árabes, flan, una crema parecida a la cuajada y fruta del tiempo.
Pedimos a parte té moruno que también está muy rico y viene muy bien para hacer la digestión.
Aquellas personas que no tomaron las cosas del menú, pudieron tomar pinchos morunos, huevos fritos, chuletas de cordero,... todo ello acompañado de ensalada mixta y patatas fritas. Los platos tenían mucha comida por lo que acabaron bien llenos también.
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