Después de visitar Frigiliana, fuimos a Nerja puesto que está muy cerquita, un pueblo bautizado como "balcón de Europa" por Alfonso X.
Nerja es un municipio de unos 22.000 habitantes, de los cuáles un tercio son extranjeros, predominantes ingleses.
Existen restos prehistóricos desde el Musteriense; sin embargo, es a partir de la época árabe cuando aparecen las primeras referencias de esta localidad. La ciudad conoció una época de esplendor con la construcción de la fortaleza musulmana, aunque su actual núcleo urbano no empezó a gestarse hasta la Reconquista.
Nosotros vistamos desde el mirador del Balcón de Europa (donde vimos un precioso desfile para elegir a Mister Málaga), edificado sobre los cimientos de una antiguo fortaleza musulmana destruida en 1.812, se puede llegar a divisar el continente africano. En un extremo del balcón se alza la iglesia del Salvador, construida en el siglo XVII, de reminiscencia mudéjar, a partir de la cual se extiende el casco antiguo, una zona compuesta por calles estrechas y fachadas encaladas que desembocan en multitud de plazas. Una de ellas, la plaza Cavana articula el día a día de la villa, que organiza sus actividades en el Centro Cultural. A pocos metros de la plaza se erige la ermita de Nuestra Señora de las Angustias, un pequeño templo de una nave con una curiosa cúpula de media naranja.
Nerja es también un municipio famoso por playas como las de la Torrecilla o de Burriana, la más populosas del municipio y las mejor equipadas.
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