Por último tras visitar Frigiliana y Nerja, fuimos ese mismo día a ver Vélez-Málaga que nos pillaba de paso para volver hacia nuestro alojamiento.
El mayor momento de esplendor de la ciudad, junto con el vivido en la época musulmana, se dio durante el siglo XIX, con el florecimiento de la viticultura y su exportación a a América.
Lo que se puede visitar es la torre del Homenaje que es prácticamente todo lo que se conserva de la antigua fortaleza nazarí. El palacio de Beniel que destaca por las arquerías de su fachada y la iglesia de Santa María la Mayor, por su retablo renacentista. Entre sus conventos más valiosos se citan el de San Francisco, el de las Carmelitas y el de las Claras.
Un lugar precioso para pasar las horas viendo maravillas es el Parque Jardín de los Remedios.
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