Desde su privilegiada ubicación en las alturas, por encima del polvo y barro urbanos, el Getty Center brinda un triple placer: una estelar colección de arte (del Renacimiento a David Hockney), la modernísima arquitectura de Richard Meier (adorable fachada de superficie desigual hecha con piedra caliza) y el esplendor visual de los jardines. En días claros, las vistas de la ciudad y el mar son espléndidas.
Es indispensable ver en este museo:
- Central Garden: Muchos visitantes pasan más tiempo fuera de las salas del edificio que en su interior, y eso gracias al magnífico jardín central de Robert Irwin. Su diseño de 134.000 metros cuadrados, incluye un arroyo que serpentea por él y pasa por más de 500 variedades de plantas que forman un laberíntico remolino.
- Colección permanente: Su colección de arte europeo, que abarca del siglo XIV al XX, no cautiva a todo el mundo, pero tiene varias joyas. En el pabellón del este hay piezas del barroco; en el del oeste, esculturas y artes decorativas neoclásicas y románticas. El del norte está repleto de obras del Renacimiento y la Edad Media.
- Exposiciones temporales: Naturalmente, si el vetusto arte europeo aburre, sin duda se hallará algo modernísimo y contemporáneo en alguna exposición temporal, ya sea de escultura, pintura o fotografía.
Un momento excelente para visitarlo es a última hora de la tarde, cuando disminuye el gentío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario