Hace bien poquito me enteré por un YouTuber que hay una exposición de Lego en pleno corazón de Madrid al que no dudé ir con mi pareja ya que ambos somos muy fanáticos de las piezas de construcción de esta marca aunque hace años que no tocamos una.
Enseguida que supe de este evento, sacamos las entradas por internet porque teníamos mucha ilusión por ir y saber lo que nos íbamos a encontrar allí.
Al llegar al sitio, nos encontramos una cola enorme y nos asustamos porque no sabíamos si era para taquilla o para entrar; y mientras yo estaba en la fila, mi marido fue a preguntar. Menos mal que si vas con la entrada anticipada no hay que esperar en la calle para comprar la entrada y se pasa directamente.
Tras validar los tickets, una persona responsable de la exposición nos explicó lo que debíamos hacer y las prohibiciones que había: cinco salas en redondo con varios stands donde se encontraban todas las figuras construidas con piezas de Lego a las que se acceden al contrario de las agujas del reloj. No se puede comer ni beber, tampoco hacer fotos con flash, ni retroceder en el orden de las salas, ni apoyarse en los expositores, y por último no se puede corretear. Son reglas muy sencillas de recordar, pero muchos a la mínima se lo saltaron: niños apoyados en los stands, comiendo, bebiendo, corriendo hacia cualquier dirección, empujando a la gente,... adultos haciendo fotos con flash e incluso no hacían el recorrido como se decía. En fin,... un caos bastante grande y molesto para quienes respetábamos todo.
Realmente salí bastante enfadada por la falta de respeto de la gente y por el precio que pagué, ya que se aprovechan de que está en pleno centro y saben que la gente va a ir allí cueste lo que cueste. Son 7 euros + 1 de gestión, es decir, ocho; aparentemente no es caro... pero si tenemos en cuenta la duración de la actividad, en mi opinión sí que lo es ya que son 6 expositores (cierto que son preciosos y con miles de figuras a buscar) que se ven como mucho muchísimo en 30 minutos y encima con las molestias de la gente irrespetuosa. Además acabé bastante agotada porque no hay ningún sitio para sentarse y descansar un poco... sé que al ser un tiempo tan corto no hace falta, pero al estar embarazada con una gran barrigota, sí que es necesario ya que la espalda sufre mucho.
No obstante, a pesar de mis pegas queréis ir, podéis hacerlo hasta el día 24 de febrero que es cuando acaba.
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