Si una cosa tengo clara desde siempre es que me gusta probar experiencias nuevas y no dudo en hacerlo cuando llega alguna ocasión especial.
Desde hace más de un año quería ir a una Escape Room para ver cómo son los rompecabezas para lograr escapar de la habitación. Por lo que cuando llegó el aniversario de boda, le dije a mi pareja que quería ir a un sitio de estos.
Me estuve informando en internet y vi que había distintas temáticas. Tras un vistazo a todas ellas, me decanté por algo criminal y descubrir quién es el asesino. Así que tras ver varias así quise, sin dudas, algo de Sherlock Holmes que era lo que más se ajustaba a lo que yo quería.
En la empresa Komnata Quest estaba justo lo que buscaba, así que se lo dije a mi marido y reservamos para el día del aniversario.
Al llegar, nos costó un poco encontrar el sitio porque no había ningún cartel en la entrada que indicase que fuera el lugar; por lo que al final tuvimos que llamar al número de teléfono estando en la puerta para verificarlo.
Una vez dentro, dejamos los abrigos y nuestras pertenencias en una taquilla ya que supuestamente no se puede entrar con algo del exterior que ayude a resolver el crimen (móviles, libros, etc.).
Tras estar listos, nos pusieron en situación para empezar nuestra búsqueda de pistas para solucionar el problema y salir de la habitación.
¡Desaparición! ¡Secuestro! ¡Escándalo político! Y el principal sospechoso es tu amigo Sherlock Holmes. Hay que entrar en su apartamento al menos una hora antes de la llegada de la policía e intentar a resolver el asunto. Al fin y al cabo en juego está el buen nombre del mejor detective de la época victoriana.
Algunas eran muy sencillas, pero otras bastantes complicadas; tanto que nos tuvieron que ayudar por un teléfono que nos dejaron (solo podíamos recibir llamadas de los instructores) dándonos más pistas.
Estuvo bastante bien y nos gustó mucho. ¡Ojalá repitamos!
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