Como mencioné hace tiempo, durante los fines de semana del verano los dedico para conocer sitios nuevos con mi pareja. Esta vez ha sido Segovia que desde hace mucho quería conocerlo. Un día lo comenté en casa de mis padres y entre ellos y mi pareja y yo pues buscamos un hueco y nos fuimos los cuatro. Como había mucho que ver pues decidimos pasar la noche allí.
El primer sitio que visitamos fue la oficina de turismo en la Plaza Mayor de la ciudad donde nos dieron un recorrido que seguimos. Justo en frente se sitúa La Catedral de Santa María conocida como "la dama de las catedrales". Se trata de un edificio de tres naves, que poseen capillas laterales, y una girola, que está rodeada a su vez de pequeñas capillas radiales. Posee un crucero deslumbrante también de estilo gótico que deja a todos los visitantes impresionados. Tiene dos órganos barrocos preciosos del siglo XVIII que hacen que el coro sea una zona espectacular.
Dentro de esta catedral se pueden contemplar numerosas obras de arte tanto en la propia iglesia como en el museo catedralicio.
Fue construida a partir del siglo XVI y hasta el XVIII, de estilo gótico tardío con detalles renacentistas, como por ejemplo la puerta norte, cuyo principal protagonista es San Frutos, patrón de la ciudad. Dice la leyenda que cuando San Frutos termine de pasar las hojas de su libro se acabará el mundo.
Su ubicación y su torre de casi 90 metros de altura la hacen visible a varios kilómetros de distancia y la convierten en la principal protagonista del perfil de la ciudad de Segovia, flanqueada por las numerosas torres de menor tamaño que surgen de las Iglesias de los diferentes barrios segovianos.
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