Otros de los cupones de subasta de ocio que mi pareja y yo compramos, fue para ir a un restaurante que se llama The diner American Food en Leganés.
A mí, me hacía mucha ilusión ir porque me suele gustar mucho esta clase de restaurante donde todo está ambientado en uno típicamente americano de los años 70 con música. Además la comida que entraba en el cupón me entusiasmaba muchísimo:
Entrante (a elegir y compartir):
- Diner Nachos: Elaborados en el momento con queso cheddar fundido, guacamole casero y jalapeños.
- Ensalada cesar: 100 % americana, pollo crujiente, lechuga, picatostes, bacon, queso parmesano y salsa césar.
- Ensalada las vegas: Pechuga de pollo a la parrilla, mostaza y miel,cebolla crujiente, tomate y lechuga.
- Ensalada Flamingo: Manzana, nueces, queso frito, jamón york, lechuga y vinagreta de frambuesa.
- Burger: 140 gramos de sabrosa carne 100% vacuno nacional preparada a diario sin aditivos ni conservantes, a la parrilla, con lechuga fresca, tomate, cebolla roja y pepinillo
- Sandwich XXL :Crujiente de pechuga de pollo, lechuga, cebolla roja y salsa de yogur.
- Hot Dog gigante: Salchicha de 22 cm con el inigualable sabor de la cocción a la parrilla sobre nuestro pan artesano horneado a diario y cebolla extra-crujiente.
- Milkshake: Batido de cremoso helado de fresa, vainilla o chocolate con leche coronado con nata montada y sirope.
- Helado: 2 bolas de fresa, vainilla o chcolate coronado con nata montada, sirope y barquillo.
De primero nos comimos los nachos que estaban buenísimos. Para continuar, mi pareja se pilló la hamburguesa con patatas fritas que sinceramente la carne no estaba muy tierna y era muy difícil de digerir; y yo escogí el perrito caliente gigante también con patatas fritas que estaba riquísimo. Ya solo con esas tres cosas acabamos como el kiko, apenas teníamos cuerpo para el postre, pero al final lo tomamos; él se bebió el batido de chocolate y yo el de vainilla.
Realmente comimos bien a pesar de la hamburguesa, pero a medida que pasó el tiempo (no sé si fue un empacho o que las cosas no estuvieran bien hechas) me sentía fatal y tuve el estómago bastante mal durante un par de días.
Ya cuando a uno de los dos ocurre esto, se nos quitan las ganas de volver por si acaso acabamos igual.
La atención de la camarera al principio fue genial, ya que lo hizo rápido y nos recomendaba cosas, pero al final casi nos desesperamos porque sus compañeros se fueron y sólo quedaba ella por lo que no podía con todo. Tardó muchísimo en traernos la cuenta (ya que pedimos cosas extra como las bebidas).
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