Este innovador museo es una celebración de la música en todas su vertientes y contiene más de 2000 instrumentos históricos. Se pone énfasis en la escucha: hay experiencias auditivas por doquier, desde gaitas de pastor hasta carrillones chinos y clavicémbalos. El efecto final es muy conmovedor, ya que se traza el mapa de la experiencia humana a través de las infinitas formas de nuestra música. El ornamentado edificio Old England, de estilo art nouveau, constituye un marco magnífico.
Taller de sonidos
Las exposiciones de esta galería se corresponden con un número de la pista de audio que se escucha con auriculares. Desde una campana de iglesia del siglo XVI hasta un organillo de tubos del siglo XIX y un blues con un órgano Hammond del siglo XX. Entre los instrumentos hay un organillo con figuritas de madera que, al accionarse, realizan movimientos espeluznantes.
Instrumentos tradicionales
En esta galería se exponen todos los instrumentos imaginables. Puede apreciarse su cualidad estética y, a través de los auriculares, también su sonido en una ejecución maestra, desde las elaboradas notas de un sitar indio hasta los divinos lamentos de los cuernos tibetanos o los tambores y arpas congoleños. Destacan una máscara de oso del martes de carnaval de Limburgo, en Bélgica, junto a instrumentos tallados vastamente y el audio de cantos primitivos.
Música culta occidental
Una valiosa colección de instrumentos occidentales de viento, cuerda y teclado. Las primeras variedades de planos, pintados con flores y escenas pastoriles y los enormes fagots con cabeza de serpiente son algunas de las piezas más atractivas. Como en las otras galerías, hay que ponerse los auriculares para escuchar, además de mirar.
Edificio Old England
El edificio art nouveau es tan interesante como el museo en sí. Ocupado antiguamente por unos grandes almacenes, fue construido en 1899 por Paul Saintenoy, y tiene un café y terraza panorámica en la azotea.
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