A medida que se sube por la avenida de la Estación va en aumento la densidad tanto del comercio como de transeúntes. Enseguida se alcanza la tradicional plaza de las Batallas, anexa al parque de la Victoria y, un poco más arriba, la plaza de la Constitución convertida hoy en un delicado salón semipeatonal. Esta plaza y las calles de alrededor constituyen a gran centro comercial de la ciudad.
Entrando desde aquí por Virgen de la Capilla y Doctor Sagaz Zubalzu, antigua Tablerón, se llega a la Puerta del Ángel, en la que se levanta el Convento de la Concepción Franciscana, al que todo el mundo en Jaén conoce con el nombre de las Bernardas. Fundado en el siglo XVII, muestra al exterior potentes muros de piedra que le dan un aire de fortaleza antigua. Lo más interesante del templo son los retablos gemelos que aparecen en los brazos del crucero, ambos de fina traza barroca y con dos grandes lienzos del italiano Ángelo Nardi: La Asunción de la Virgen y Ka Anunciación.
A la vera del convento se encuentra la Puerta del Ángel, que en su día formó parte de la muralla que cercaba la ciudad. Al otro lado de ella se sitúa la plaza de toros y el espléndido parque de la Alameda, más allá del cual se extiende el recinto ferial.
Frente a la puerta del convento se abre la calle Bernardas, jugosa vía que da paso a un entramado clásico en toda la zona sur de la ciudad, compuesto por calles más bien estrechas, rectas, pero atravesadas insospechadamente por otras que tan pronto suben como baja no en pequeñas pendientes.
La iglesia de San Ildefonso preside la plaza del mismo nombre. Es este uno de los edificios más singulares de Jaén. Tiene tres fachadas, una gótica, con la imagen de la Virgen de la Capilla; otra, la que da a la plaza, con una portada renacentista labrada por Francisco Castillo el Mozo hacia 1550; y una tercera, la principal, a los pies del templo, de estilo neoclásico, adosada a la cual se encuentra la robusta torre. En el interior la iglesia es gótica con reformas posteriores en algunos punto como la capilla mayor. Consta de tres naves separadas por arcos formeros apuntados sobre pilares cruciformes y bóvedas de nervaduras. El retablo mayor es obra de Duque Cornejo, destacando en él poderosamente el tabernáculo. Del mismo autor son los retablos de San Benito, Ánimas del Purgatorio, San Antón, Cristo del Valle y Divina Pastora ubicados en las capillas laterales. Una de estas capillas, la primera del lado de la epístola, es la de la Virgen de la Capilla, la mejor del templo y cuyo altar se encuentra presidido por la imagen de la Virgen.
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