A la plaza de Santa Luisa Marillac llega la calle Santo Domingo, en la que se encuentra el convento del mismo nombre. Su fundación se llevó a cabo entre los siglos XVI y XVII como Real Monasterio, pasando pronto a ser la sede de la Universidad de Santa Catalina. Actualmente es la sede del Archivo Provincial, tras haber sido hospicio después de la desamortización del siglo XIX.
Tanto el palacio de Villardompardo como el convento se encuentran en el barrio de la Magdalena cuyo centro es la singular plaza del mismo nombre. Es este un barrio eminentemente popular, de calles estrechas, salvo la de Santo Domingo, que es su espina dorsal. La plaza es un lugar de descanso y también un lugar de encuentro de los vecinos.
Aunque muy desfigurados por las restauraciones aquí es encuentra la Casa del Cadiato, que forma junto con otras obras inmediatas, un grupo de edificaciones con soportales. Aquí están también el Raudal de la Magdalena, fuente famosa que, junto con la de Santa María, surtió de agua a la ciudad, al menos desde la época de los romanos, incluidos los baños públicos y las huertas de los alrededores. A este raudal se refiere la leyenda tan conocida que cuenta como junto a él tuvo su guardia un dragón o lagarto que devoraba a todo el que por las cercanías se aventuraba, de modo que nadie podía acercarse a tomar agua. De entonces data la expresión que dice: reventar como el lagarto de Jaén, que, en Jaén se transforma en: reventar como el lagarto de la Malena. La primera referencia escrita de esta leyenda data d e1628 y al menos desde entonces el lagarto es un símbolo principal de Jaén. Como atestigua la leyenda, el Raudal de la Magdalena fue desde antiguo un lugar mágico. Actualmente, después de una concienzuda restauración, muestra un aspecto deslumbrante, con la fuente en el centro de una especie de templete circular al que se accede a través de una arco ce medio punto.
En esta plaza se encuentra también la iglesia de la Magdalena, uno de los mejores templos de Jaén construido sobre una antigua mezquita, vestigios de la cual es el patio. Este tiene una precios arquería de ladrillos, un estanque rectangular ornado de naranjos y restos de pinturas murales de carácter cristiano y origen medieval. Gótica desde sus orígenes, carácter que conserva a pesar de las restauraciones sufridas a lo largo del tiempo, muestra una bella portada isabelina. El interior es un cuadrado irregular con cuatro naves cubiertas con bóvedas de crucería. Piezas importantes son el retablo del Corpus Christi, atribuido a Jacobo Florentino, El Indaco, de la primera mitad del siglo XVI; el Cristo de la Clemencia, tallado por Salvador Cuéllar en 1593 y una imagen de la Magdalena arrodillada, atribuida a Mateo de Medina.
Detrás de esta iglesia, en la callejuela que lleva su nombre, se encuentra el monasterio de Santa Úrsula, cenobio de notables dimensiones construido en el siglo XVI con el propósito de acoger a prostituas enfermas o viejas. Sobre sus recios muros destaca el perfil inmaculado de su espadaña de tres cuerpos.
Por esta zona se abren un conjunto de callejuelas estrechas y laberínticas de fuerte sabor medieval.
Doblando por Carnero se descubre el Antiguo Hospital de San Juan de Dios, en la placita de su nombre. Dos patios de regulares dimensiones articulan la edificación, recientemente restaurada. Al exterior sobresale la torre, rematada con una espadaña en ángulo recto de dos cuerpos. En la actualidad, el conjunto pertenece a la Diputación Provincial,que ha instalado aquí el Instituo de Estudios Jiennenses y el Centro Documental de Temas y Autores Jiennenses, y utiliza la iglesia como salón de actos.
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