lunes, 28 de julio de 2014

Biblioteca Menéndez Pelayo de Santander (Cantabria, España)

La biblioteca y casa-museo Marcelino Menéndez Pelayo se encuentra en el corazón de la ciudad de Santander.

La construcción del edificio fue por dos motivos: la desaparición del homenajeado y también la aceptación de los libros por el ayuntamiento en 1912.

La Biblioteca encaja dentro de la corriente estética historicista, en su versión nacionalista, con abundante utilización de motivos herrerianos en la distribución de fachadas, y en las decoraciones de pirámides y bolas. Destaca en el exterior la fachada sur, de dos cuerpos. Desde el inferior, arranca una escalera de doble tramo, que confluye en el segundo piso, frente a la puerta principal, de arco rebajado a juego con los cuatro ventanales que la flanquean. La puerta se remata con un cuerpo superior, que posee un escudo de Santander.
El interior de la Biblioteca se divide en tres naves rectangulares de este a oeste. La central, más elevada, recibe la luz a través de una gran vidriera, en cuyo centro se encuentra el escudo real. Otras dos vidrieras iluminan las fachadas este y oeste. En la nave central destaca una magnífica estantería de libros, realizada en roble y de gusto neoclásico.

El jardín de la Biblioteca aparece presidido por una estatua sedente de Menéndez Pelayo, y detrás una placa de mármol recoge las primeras palabras del testamento de don Marcelino, en las que lega al Ayuntamiento su biblioteca, y agradece a Santander “tantas muestras de estimación y cariño durante toda mi vida”. La muerte de Leonardo Rucabado en 1918 retrasó la inauguración de la Biblioteca, que no tuvo lugar hasta 1923, asistiendo a la misma el Rey Alfonso XIII.

Completa el conjunto la que fuera casa de la familia Menéndez Pelayo, situada frente a la fachada posterior de la Biblioteca. Es una construcción de tipo afrancesado, realizada en 1876. En su interior pueden contemplarse comedor y sala de estar en la planta baja y, en el piso superior, el despacho de Enrique, hermano de don Marcelino, y la habitación y cama en que murió éste.


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