Hace poco, tuve la oportunidad de
hacer otra escapada fuera de España con un acompañante. Esta vez fue en Berlín
para visitar a un amigo que está viviendo allí y ya de paso a conocer la ciudad
(si daba tiempo a algún sitio más).
Todo lo que vi me encantó y
durante las próximas entradas voy a relataros todos los sitios que he podido
conocer de allí.
Nada más llegar y después de
dejar las maletas en el alojamiento y de saludar a nuestro amigo, nos
dispusimos a visitar los alrededores que hay cerca de este, especialmente la Puerta
de Brandeburgo y el parque Tiergarten.
De camino, vimos una plaza llena
de cubos y prismas de diferentes tamaños que nos impresionó mucho porque había
cientos y cientos. Cuando nos paramos al lado del cartel de la descripción de
este monumento, leímos que era un homenaje a los judíos caídos durante la época
de Hitler. ¡Impresionante! Se me pusieron los pelos como escarpias y ahora
mismo mientras lo relato me pasa igual.