Yanira es una chica joven, de veinticinco años, que vive en Tenerife. Ella trabajaba en una guardería hasta que la despidieron. Ahora quiere hacer su sueño realidad: ser cantante. La contratan en un hotel para cantar en un coro; como muchos otros artistas sus carreras musicales empiezan así.
Ella es muy alegre, dinámica y le da igual lo que piense, imagine o crea la gente; no le gusta que le cambien su personalidad y mucho menos sus novietes. No quiere enamorarse de nadie porque ya la rompieron el corazón y desde entonces lo tiene blindado; simplemente tontea con algunos hombres mayores que ella porque es lo que le gusta.
Ahora tiene un novio de treinta y dos años que la esta sacando de quicio porque no la permite hacer lo quiere; así que corta con él justo cuando están en la playa una noche. Tras la ruptura, él le propone que puede llevarla a casa pero ella lo rechaza porque necesita dar un paseo para despejarse.
Mientras da el paseo paseo nocturno, encuentra que en la misma playa, detrás de una barca, unos conocidos suyos junto con la hermana de su mejor amiga están montándose un trío sin ningún pudor a que nadie les viera. Yanira, curiosa, decide observar la escena donde descubre que a ella también le excita ver estas cosas. Cuando el espectáculo termina, vuelve a casa y reflexiona sobre el tema. Le gustaría practicar algo así. Buscando en internet encuentra que la hermana de su mejor amiga ha abierto un bar de intercambio de parejas.