domingo, 25 de febrero de 2018

Harajuku y Aoyama (Tokio, Japón)

Meiji-jingū, el santuario sintoísta más majestuoso de Tokio está dedicado al emperador Meiji Tennō y la emperatriz Shōken. Su reinado [1867-1912] coincidió con el paso a la nación moderna de un Estado feudal y aislacionista. Edificado en 1920, fue destruido durante los ataques aéreos de la Segunda Guerra Mundial y reconstruido en 1958; sin embargo, a diferencia de muchas restauraciones de la posguerra, Meiji-jingū conserva su aire genuino. Ocupa solo una mínima parte de sus extensos jardines boscosos con 120.000 árboles traídos de todo el país.

Las altas torii (puertas) marcan la entrada al santuario y espacio sagrado. La mayor, creada a partir de un ciprés taiwanés de 1500 años, mide 12 metros de altura. Por el camino se ven hileras de decorativos barriles de sake: son obsequios al santuario, y objeto de muchas fotografías.

sábado, 24 de febrero de 2018

Shibuya (Tokio, Japón)

El cruce de Shibuya está delante de la estación que le da nombre y es el más concurrido del mundo según se dice, recibe el acertado nombre de "el tumulto". Su formidable espectáculo de pantallas de vídeo gigantes y neón despierta sin duda la emoción de estar en Tokio. Los peatones -a veces más de mil con cada cambio de semáforo- van en todas las direcciones y aun así logran evitarse con consumada e indiferente agilidad.

El mito del mañana, encargado por un lujoso hotel mexicano, es un mural de Tarō Okamoto Myth of tomorrow que se extravió dos años más tarde de su creación. Tras reaparecer en el 2003, esta evocadora obra de 30 metros de longitud, que representa la explosión de la bomba atómica en Hiroshima quedó instalada en la estación de Shibuya en el 2008. Está en la segunda planta, de camino a la línea de Inokashira.

La estatua de Hachikō, es un perro de akita, el más famoso de Tokio, iba diariamente a la estación de Shibuya a recibir a su dueño, un profesor que volvía del trabajo. Tras su fallecimiento en 1925. Hachikō siguió acudiendo a la estación hasta que murió 10 años más tarde. La historia se hizo leyenda y se erigió una pequeña estatua en su memoria frente a la estación de Shibuya. (100% recomendable ver la película protagonizada por Richard Gere).

domingo, 18 de febrero de 2018

Roppongi y Akasaka (Tokio, Japón)

Roppongi Hills, terminado en el 2003, ocupa más de 11 hectáreas y alberga el principal museo de arte contemporáneo de la ciudad, el Museo de Arte Mori, un mirador, tiendas, docenas de restaurantes y un jardín muy formal. Es imponente, selecto y polarizante; ¿una maravilla arquitectónica, una gran visión hecha realidad o un vulgar santuario al consumismo desaforado? Que el viajero explore este laberinto urbano y decida, pero para comprender el Tokio contemporáneo hay que visitar Roppongi Hills.

El Museo de Arte Mori no tiene exposición permanente. Ofrece originales piezas a gran escala de los principales artistas y movimientos locales y extranjeros. 

El museo comparte entrada con el mirador Tokyo City View, que rodea ala planta 52 a 250 metros de altura. De noche, la vista es espectacular. Si hace buen tiempo, se puede salir a la azotea Sky Deck.

sábado, 17 de febrero de 2018

Palacio Imperial y Marunouchi (Tokio, Japón)

El frondoso recinto del Palacio Imperial de Japón ocupa el antiguo emplazamiento del Edo-jō, el castillo del sogunato Tokugawa. En su época de máximo esplendor fue la fortaleza más grande del mundo; ahora solo se conservan el foso y la muralla, parte de la cual puede verse de cerca el Jardín Oriental del Palacio Imperial. El palacio actual, terminado en 1968, reemplazó al construido en 1888, destruido en la Segunda Guerra Mundial.

Al ser la residencia del emperador de Japón y de una parte de la familia imperial, el palacio está cerrado al público. Es posible visitar una pequeña sección del recinto que la rodea con un circuito gratuito de una hora y tres cuartos, pero hay que reservar con antelación en la web del palacio.

El foso original, de la época del Edo-jō, todavía rodea el recinto del palacio. Fuera del circuito es posible recorrer el foso y visitar Nijū-bashi, uno de los puentes más famosos de Japón: una elegante sucesión de arcos de piedra que sirve de escenario para ceremonias formales y recepciones.

domingo, 11 de febrero de 2018

Tren Bala (Japón)

Cuando uno está en un país diferente quiere ver, descubrir y sentir emociones diferentes, así como probar cualquier cosa para que no quede un vacío al volver. Eso quisimos hacer nosotros, en lugar de coger vuelos para transportarnos de una ciudad a otra con vuelos, lo hicimos con el tren bala.

Antes de nada, he de comentar que nunca he montado en AVE ni sé como va así que no puedo hacer una comparación con "la versión española" de un tren rápido, ni con otra del mundo porque era mi primera vez en algo así.

Reservamos los asientos en Kyoto, al día siguiente de llegar (antes de ponernos a hacer turismo), para Tokio. No son muy caros si se compara con otro tipo de transporte como el avión, alquiler de coche etc. (unos 50 euros cada uno). Hay que tener en cuenta que dura poco más de dos horas el viaje y no hay que pasar (hasta ahora) por controles como en los aeropuertos así que no es tan incordio porque basta con llegar cinco minutos antes de la salida (nosotros llegamos con bastante tiempo por si acaso, pero no hace falta), colocarse en el sitio indicado y disfrutar del camino.

sábado, 10 de febrero de 2018

Apa Villa Hotel Kyoto-Ekimae (Kioto, Japón)

Como os comenté en la entrada anterior, nuestra aventura en la Luna de Miel comenzó con un tifón y gracias a él tardamos llegar al hotel 5 horas desde el aeropuerto de Osaka en lugar de hora y media.

Os podéis imaginar cómo estábamos cuando llegamos al alojamiento: agotados, enfadados, empapados, etc. ¡Fue bastante horrible! Y, según, traspasamos la puerta de cristal que había en el Apa Villa Hotel Kyoto-Ekimae fue como un gran alivio que nos hizo cambiar un buen humor: un lugar calentito que según nos vieron, corrieron a traernos unas toallas para secarnos bien y no pillar un constipado. Además, con una gran sonrisa nos hicieron el check-in para acudir rápidamente a nuestra habitación y ponernos cómodos.

domingo, 4 de febrero de 2018

Kioto (Japón)

Nuestra primera parada en la Luna de Miel fue Kioto donde estuvimos muy poco tiempo para poder hacer el recorrido que teníamos pensado. Pero antes de contaros cómo es, dejadme que os diga lo mucho que nos costó llegar al lugar.

Como siempre ocurre cuando viajamos, vivimos aventuras y esta vez no iba a ser menos... aunque ahora lo cuente un poco más alegre, yo pasé muchísima angustia por un cúmulo de cosas: un trayecto muy largo en el avión, sin descansar, colas y colas en todos los sitios, etc.

Cuando llegamos al aeropuerto de Osaka con la compañía Cathay Pacific (como os comenté en la entrada anterior), teníamos que coger un tren que se llama Limited Express Haruka, el cuál tardaba una hora y veinte minutos para llegar a la estación de Kioto. Por desgracia, no pudimos cogerlo porque ese día había un tifón y se canceló la salida del mismo, así que nos dieron una alternativa de una serie de transbordos de trenes hasta llegar a nuestro destino. Aceptamos a regañadientes ya que no nos quedaba más remedio... Al llegar a hacer el último transbordo, vemos que también se cancela ese por el clima. Desesperados, ya le dije a mi pareja; cogemos un taxi cueste lo que cueste; pero al llegar al sitio donde se cogen vemos que hay una cola de espera larguísima (como de 3 ó 4 horas). Parecía aquello una pesadilla. Finalmente, cogimos el metro y pudimos llegar; eso sí, bien pasados por agua. Lo que iba a ser 1:20 horas se convirtieron en 5.

Agotados en el hotel, cenamos y nos fuimos a dormir.

sábado, 3 de febrero de 2018

Cathay Pacific

Partiendo de la base de que volar es muy incómodo y más pasando muchas horas ahí sentado sin poder apenas moverse, yo ya busco pasar un rato (sobretodo en vuelos largos) un poco mejor comparando con diferentes compañías.

Muchas son las veces que yo he tenido que coger un avión, ya que llevo viajando, afortunadamente, un montón de años y he tenido de todo (tanto bueno como malo) en todos ellos.

Normalmente, cuando viajo primero hago una comparativa de todos los vuelos a través de kayak para así ver diferentes empresas que ofrecen el servicio que yo busco en las fechas que yo quiero; así como los precios. Después de echar un vistazo global tengo dos alternativas:
  1. Si son pocas horas (cualquier lugar por Europa), no me importa usar compañías de low cost (tipo ryanair o easyjet) ya que es poco tiempo y puede ser más o menos soportable.