Restaurante O'Carro (Madrid, España)

Ya hace meses por la celebración del cumpleaños de un familiar, acabamos todos en un restaurante llamado O'Carro que se sitúa en la localidad madrileña de Alcorcón (muy cerquita de la avenida de los Castillos).

Me pareció extraño que todos fuéramos allá mientras que ninguno conocíamos la zona... Supuestamente el cumpleañero no sabía que justo yo acaba de comprarme un piso por ahí, así que nos pareció raro y mucha coincidencia... Pero de esta manera descubrí un restaurante muy cerquita de casa dónde se come fenomenal y uno acaba realmente lleno; además de precio está muy bien.

Realizar una búsqueda de casa para comprar

Desde que empecé a trabajar en una empresa estable, empecé a imaginar cómo sería mi vida si me independizara. Llegó a volar tanto mi imaginación que me pregunté, ¿y si en lugar de soñar, busco una casa de verdad para poder así comprobar cómo es vivir sola?

Así que me puse manos a la obra para buscar piso, no sin antes plantearme una pregunta muy importante, ¿alquiler o compra? Yo me decidí por la compra por dos motivos: uno podría tener una propiedad y otro era que con el alquiler no iba a ahorrar mucho si más adelante quisiera comprar.

Certificados de inglés en el MCER

Desde bien pequeños, nos están diciendo que sin el inglés no se va a poder llegar a ningún lado... y que por eso hay que aprenderlo; y sobretodo sacarse las diferentes certificaciones que hay; para así poder demostrarlo ante una entrevista de trabajo o ante cualquier organismo oficial que se requiera.

Hay diferentes niveles de inglés británico desde por debajo de A1 hasta C2 para El Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas:

Mercadillo de Entrevías (Madrid, España)

De todos los mercadillos populares que en Madrid son, el de Entrevías es de lejos el más auténtico y cercano a lo que siempre fue un Rastro tradicional. Su ubicación natural, tan alejada del centro de la ciudad, lo ha convertido en uno de los espacios ciudadanos más desconocidos para el madrileño.

Pese a ello, este rastro de la zona de Vallecas más próxima a El Pozo del Tío Raimundo sigue muy bien de salud comercial. Su actividad es frenética cada domingo y festivo, cuando sus tenderos sacan a la calle una interminable sucesión de puestos ambulantes de ropa, alimentación (fruta fresca, frutos secos, aceitunas, etc.) y en menor medida perfumes, artículos para el hogar, ferretería, CDs de Los Chichos, películas de Manolo Escobar y por supuesto juguetes baratos para niños.

Todo en el Rastro de Entrevías resulta pintoresco y real. La gran mayoría de sus productos no pasan de los tres euros. Esta permanente oferta de precios atrae a un público masivo y variopinto, que deja en mantillas el término multiculturalidad.

Mercadillo Los Arenales del Sol (Alicante, España)

En el distrito Los Arenales del Sol de Elche, hay un mercadillo que únicamente se monta durante los meses de verano (desde mediados de junio hasta mediados de septiembre) los martes con 187 puestos y viernes con 231 por las tardes: de 18:00 hasta 23:00.

Hay diferentes tipos de comercio que están muy bien: desde alimentación, pasando por calzado y textil, continuando por bisutería y complementos y terminando con artesanía.

Museo del Chocolate Valor (Alicante, España)

Desde hace varios años (desde que mi tía me dijo que existía), llevo queriendo ir al Museo del Chocolate Valor que se encuentra en la pequeña localidad Villajoyosa de Alicante. La pena era que por H o por B nunca iba a pesar de lo cerca que estaba cada vez que me acercaba a la provincia alicantina. Así que este año sin dudarlo, saqué un pequeño hueco para ir con mi pareja a disfrutar de un momento de placer adulto.

Antes de plantarnos allí, miramos los horarios que había para visitarlo y la primera sorpresa buena que nos llevamos es que no todas las visitas guiadas son en español; sino también hay alguna en inglés; por lo que eso ayuda también a atraer al turismo extranjero a disfrutar del recorrido de este museo.

Santa Pola (Alicante, España)

Durante nuestra estancia en Alicante, además de visitar el Castillo de Santa Bárbara y la playa de Carabassi; también dimos un paseo por el corazón de Santa Pola.

Santa Pola es un pueblo pegado al sur de la capital muy acogedor que tiene unos bonitos atardeceres.

Caminamos tranquilamente por el paseo marítimo viendo las playas que hay (a topes aunque sea casi de noche) y mirando también los puestos que había de bolsos, bisutería y juguetes para los más pequeños.

Castillo de Santa Bárbara (Alicante, España)

Visible a gran distancia, el castillo de Alacant se levanta imponente sobre la ciudad. El monte que preside ha estado habitado desde la edad del bronce, aunque la primera fortaleza la construirían los árabes en el siglo IX. 

Fue reconstruido durante los siglos XVI y XVII y ampliado como bastión durante el XVIII. 

Se puede subir la cuesta atravesando un fresco pinar y detenerse de camino en el parque de la Ereta o bien optar por lo más fácil: subir 200 metros en un ascensor que perfora la roca.

El conjunto del castillo esta ubicado sobre el monte Bencantil y sorprende por su tamaño; es uno de los más grandes que se conservan en España, con un notable complejo de recios salones de piedra y amplias plazas construidos hace 900 años.

Centro Comercial Plaza Mar 2 (Alicante, España)

En todos los años que llevó yendo a Alicante (y son muchos puestos que he pasado muchos veranos allí desde que nací), no me había dado cuenta que en el 2.003 inauguraron el Centro Comercial Plaza Mar 2.

Me he enterado de que existe este centro comercial, cuando me dirigía a casa de unos familiares y vi un enorme cartel donde se anunciaba; por lo que me entró la curiosidad de ver.

Al finalizar la visita en casa de los familiares, me fui directamente al Plaza Mar 2 para verlo. 

Lo primero que me vino a la cabeza es que es igual que el Gran Plaza 2 pero un poco más pequeño porque tiene menos locales de comercio. Esto es así porque ambos fueron diseñados por el mismo arquitecto: Chapman Taylor.

Oceanogràfic (Valencia, España)

Tras la paliza del Museo de Ciencias Príncipe Felipe y el Hemisfèric, nos fuimos al hotel para descansar bien puesto que al día siguiente también nos esperaba otra paliza y yo quería estar fresca para ver lo que más me interesaba (lo bueno siempre para el final).

Aun cuando nos levantamos, nos dolía todo el cuerpo; pero no nos importó así que nos arreglamos y bajamos a desayunar al restaurante del hotel donde nos llenamos a tope para coger todas las energías posibles para visitar el Oceanogràfic. ¡Qué ilusión teníamos!

Como sacamos las entradas el día anterior desde el Museo de Ciencias, no tuvimos que tragarnos toda la cola que había formada para sacar los tickets, así que entramos directamente sin esperar.