sábado, 23 de junio de 2018

Más difícil todavía

Por Papá Noel, le regalé a mi pareja un par de entradas para ver a nuestro humorista favorito en su última actuación del año 2017 en Madrid: Goyo Jiménez.

Lo único que sabíamos era lo que habíamos leído en su página web sobre el espectáculo:
Amigos, vivimos en un mundo muy complejo y eso no se puede negar, a no ser que seas alguien que no vive en este mundo, no sé, un astronauta de los de la estación espacial internacional, un hijo del Príncipe Carlos o un concursante de Gran Hermano. O alguien que niega por sistema, tipo filósofo nihilista o político imputado.
Cada día nos encontramos con que hay demasiados frentes a los que atender, demasiadas batallas en las que luchar para sobrevivir con dignidad en estos tiempos. Pero tranquilos, porque Goyo Jiménez ha estudiado detenidamente, cada detalle del tenso panorama actual en el que nos desenvolvemos para ofrecernos las claves del éxito con el desparpajo y clarividencia que le caracterizan.
¡Señoras y señores, damas y caballeros, niños y niñas..! Llega… ¡Más Difícil Todavía! El espectáculo que hará cambiar de opinión a los que creían que nada podía ser todavía más difícil. Que la fantasía y la ilusión habían muerto. Que el pasado era cosa del pasado y el futuro un asunto de los bancos. Y que, de paso, hará que te desencajes de la risa. Y por muy poco dinero, oiga.
¡Ah, otra cosa! Procura llevar ropa holgada, que es de mucha risa y estarás más cómodo.
Era la tercera vez que íbamos a verlo; y las dos primeras nos había encantado así que no esperábamos otra cosa... y, efectivamente, nos gustó muchísimo. Nos hartamos a reír como nunca; ¡incluso con dolor de mandíbula!

Desde que lo vimos, no paro de fijarme en todas las cosas que contaba con ironía (pero ciertas) y me río sola recordando sus palabras (a veces me tomarán por loca por estas cosas). Por ejemplo, con los anuncios de perfumes o cuando veo la cara de mi pareja al ver un coche carísimo.

Cuando fuimos la primera vez, nos sentamos en primera fila y aunque disfrutamos mucho; estábamos en tensión porque no nos gusta ser el centro de atención y Goyo Jiménez nos escogió para ser la fuente de sus bromas (no nos lo tomamos a mal, todo lo contrario; pero nos gusta pasar desapercibidos). Desde entonces, buscamos los asientos de la mitad para atrás y nunca en el pasillo para poder divertirnos más sin estar pendientes de que nos vaya a mencionar.

Sabemos que iremos en más ocasiones, pero no sabemos cuando puesto que es un espectáculo que empieza muy tarde para nosotros (madrugamos muchísimo) y tiene que ser en vacaciones que es cuando cambiamos nuestro horario (ni siquiera los fines de semana lo tocamos, para que el lunes no estemos tan derrotados como otros). Ojalá, alguna vez ponga otras horas más tempranas para gente como nosotros, jejeje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario