sábado, 9 de junio de 2018

Muerte imprevista de una abuela

El año 2017 fue uno de los más trágicos para mi familia porque perdimos a dos miembros de la familia muy queridos: la segunda mujer de mi abuelo (mi tercera abuela) y su primera mujer (es de la que os hablo hoy). Aunque ambas no se podían ver, sí fue algo impactante para todos; ya sea por una o la otra o ambas.

Otras veces, hemos tenido un aviso de que algo ocurría y que se podía prever el fallecimiento de un familiar (cáncer, caídas,...) pero en este caso no había ningún signo de que eso pudiera pasar.

Unos días antes del acontecimiento, mi abuela se empezó a encontrar mal; pero eran unas simples nauseas y descomposición. En un principio, se achacó a que algo le había sentado mal, pero viendo que no se le pasaba, se la llevó al médico para ver si era algo más grave. Pero allí, se nos dijo que no era nada, simplemente un mal estar que se la pasaría.

Pasaban las horas y los días, y mi abuela no mejoraba. Ya una noche, mi tía, desesperada porque mi abuela no pegaba ojo, llamó al 112 (mi tía no conduce, no quiso molestar a nadie de la familia, a mi abuela ya le costaba bajar las escaleras de su casa y no había ascensor) para que la recogieran y se la llevasen al hospital; pero le denegaron la ambulancia (no es la primera vez que ocurre esto) y a duras penas, mi tía la bajó por las escaleras como pudo y la metió en un taxi.

Cuando llegaron al hospital, vieron en un electro que a mi abuela la dio un infarto (que podría ser provocado por el esfuerzo de bajar las escaleras) y no se sabía cuanto daño podía haber causado por lo que se iba a quedar ingresada para hacerla más pruebas.

Al día siguiente me llamó mi tía desde el hospital diciendo que estaba muy malita y que había pasado una noche de perros. Así que no dudé en pedir permiso en el trabajo (y mis padres estaban regresando de un viaje por lo que estaba ocurriendo) y me planté en la habitación de mi abuela. Afortunadamente, pude despedirme de ella (fui una de las pocas que pude hacerlo mientras que estaba en vida porque todos -menos mi tía-, por desgracia, llegaron tarde y aún se lamentan de eso) antes de que muriera.

Una cosa que teníamos clara todos los miembros de la familia es que queríamos respetar su voluntad y hacer lo que ella siempre quiso: una despedida digna en el tanatorio sin nada de actos religiosos y después incineración. Nos sorprendió a muchos, la gente que fue al velatorio; incluso algunos vinieron desde muy lejos simplemente para decir el último adiós. Realmente, era una persona muy querida por todos.

Hoy justo hace un año de todo esto que os estoy contando. No hay noche que no sueñe con este golpe tan duro y cómo la vi morir delante mía.

Tengo recuerdos muy bonitos con ella junto con todos los viajes que hemos hecho juntas: París, Sevilla, Tánger, Zaragoza, Portugal,... Hemos pasado muy buenos ratos y nos hemos divertido muchísimo tanto fuera como dentro de casa. Siempre que podía, iba a comer a su casa los viernes junto con mi padre. Y siempre que nos veía ir, se le iluminaba la cara por la ilusión que le hacía.

Era muy buena con todos y nunca discutía con nadie.

Estos son los momentos con los que me quiero quedar y que se me quite de una vez la imagen final de ella. ¡Ojalá algún día ocurra!

Abuela, estés dónde estés, siempre te recordaremos con cariño y te llevaremos en nuestros corazones.

2 comentarios:

  1. Cielo, que post tan bonito... Me he emocionado mucho leyéndolo.
    Ten por seguro que ella sigue a tu lado y que cada vez que sueñes con ella, en realidad es que utilizan los sueños para comunicarse con nosotros por el amor que nos tienen, pues la muerte no existe, el alma siempre sigue viva y es lo que importa.
    Imagino lo impactante que tuvo que ser para ti ver cómo se apagaba su vida física... Pero es una alegría al mismo tiempo el poder haber estado allí acompañándola hasta el final de su viaje por esta Tierra. Eres una persona estupenda, no lo olvides nunca cielo.
    Un abrazo de corazón a corazón...

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    1. Muchas gracias! Siempre que perdemos a alguien cercano nos da mucha pena pero como bien has dicho, siempre la llevo conmigo y eso me reconforta ;)

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