Hotel Ibis Budget (Sevilla, España)

Durante nuestra estancia en Sevilla, nos alojamos en el Hotel Ibis Budget.

Cuando me puse a buscar hospedaje en Sevilla, lo hice con mucha antelación puesto que sabía que durante la feria los precios subían mucho y más si uno lo dejaba para el último momento. Tras días de búsqueda estudiando qué es lo que más nos convenía, decidí coger precio-calidad bueno, con desayuno y wifi en la habitación gratuitos.

Nada más llegar, nos recibió el recepcionista que fue muy simpático con nosotros explicándonos las instalaciones del hotel; además, también nos dio un mapa y nos ofreció billetes de autobús para ir al centro (estaba un poquito alejado).

Al llegar al dormitorio, nos llevamos un chasco muy grande: aquello parecía una habitación de hospital. Tanto era así que cada vez que volvíamos decíamos "Vamos al hospital" de broma. Era dormitorio-baño todo junto, exceptuando el váter que estaba tras otra puerta: la cama al lado de la ducha y del lavabo sin dejar espacio para las maletas, no había armario simplemente un par de tiradores colgados en la pared para colgar dos cosas. Cada vez que nos movíamos por ahí dentro, teníamos que hacer malabares porque no cabíamos los dos por el pequeño pasillo que había a los pies de la cama con la pared. ¡Un desastre! En las fotos de la web, parece todo más grande.

El primer día, cuando fuimos a desayunar nos llevamos una sorpresa porque no podías escoger una mesa para uno mismo ya la familia o amigos para poder conversar tranquilamente mientras se come los alimentos. Son mesas largas que uno tiene compartir y escuchar las charlas de las otras personas o que te oigan a ti. Además, también había muy poco espacio para coger las cosas del desayuno por lo que uno debía esperar en la mesa o fuera que alguien terminase de servirse para poder ir a la cola (no más de 3 ó 4 personas). Eso no me gusta nada ¡ni en albergues, hostales nos ha pasado eso! A precio de oro que pagamos la habitación para que hubiera esa cutrez, esperaba más simplemente por el hecho de ser hotel.

No creo que volvamos a esta cadena hotelera con la decepción que nos llevamos.