Después de haber viajado un poco mejor en avión, me llevé un gran chasco con British Airways y eso que ya había viajado con esta compañía muchas veces (quizá hasta antes de este viaje era mi favorita porque no había tenido ninguna incidencia, cosa que con otras sí).
Volvíamos más incómodos porque el espacio es más reducido, no había tanta comida como con las otras, las pantallas para el entretenimiento eran peores (no se veía tan nítidas ni se oían bien).
Lo que peor llevamos son las comidas porque suelen ser un poco extrañas para nosotros y tras probarlas, siguen sin gustarnos por lo que no comimos nada bien. ¡Dónde esté la comida española que se quite el resto!
Del personal poco puedo decir porque apenas traté con ellos, simplemente en la hora de comer para que me dieran la bandeja.
Pero bueno... no todo son quejas porque gracias a que el avión estaba casi vacío (no era alta temporada) pudimos ponernos en los asientos centrales, levantar los reposabrazos y tumbarnos tranquilamente para dormir mejor.
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