Hace unos meses me tocaron unas entradas para ver la obra El curso de tu vida en el Teatro Lara de Madrid.
Ilusionada (porque me encantan ver espectáculos y no suelo ir mucho porque suele costar bastante dinero) se lo dije a mi pareja y recogimos los pases unos días antes para poder ir en la fecha que se nos indicaba.
Cuando por fin, era seguro que íbamos a ir, nos metimos en la página web para averiguar de qué iba:
El espiritual Adrián del Castillo se prepara para dar su "curso de cocina crudivegana" en el Centro de Ocio y Cultura más selecto de la ciudad. Sin embargo no está preparado para todo lo que va acontecer en este día: un novio que no viene, un alegre sevillano con mucho "arte",un chico de Cuenca con problemas de relaciones sociales, una famosa actriz del más allá, una desesperada secretaria empeñada en que hoy todo salga perfecto y un misterioso almacén que les hará recapacitar sobre el curso de su vida. Pero y el maestro, ¿dónde se metido?
A través de esta comedia de enredo, en la que todo está conectado y donde el público serán los alumnos asistentes al taller, los personajes se concocerán a sí mismos y encontrarán un sentido a su existencia, siendo el curso que cambiará sus vidas para siempre.
Tras esta pequeña sinopsis, nos hicimos una idea de que iba a ser muy divertida y nos íbamos a reír muchísimo... pero nada más lejos de la realidad. Nos aburrimos un montón y no soltamos ni una sonrisa. Los chistes eran muy malos, sin gracia alguna.
Los dos estuvimos desesperados por salir, pero nos daba corte porque estábamos en primera fila y el escenario está al ras de los asientos por lo que se notaría muchísimo. Además, como el actor intenta interactuar con el público (de hecho en un momento dado, lo hizo conmigo), por lo que si nos veía levantarnos seguro que nos sacaba los colores; por lo que aguantamos hasta el final.
Nunca en la vida, hasta ahora, me ha pasado esto con un espectáculo. Normalmente salgo encantada y si es regalado normalmente pienso "a caballo regalado no le mires el diente", pero en este caso no podía obviar lo mala que ha sido la obra. ¡Qué horror!
Llegamos a casa un poco enfadados pero no solo porque el teatro no nos gustó sino porque perdimos mucho tiempo allí, estábamos agotados de estar todo el día fuera de casa (fue un día entre semana y al día siguiente teníamos que trabajar) y teníamos ganas de dormir.
La próxima vez, nos informaremos mejor y no sólo en la página web sino también en foros y blogs como el mío para ver opiniones.
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