Como era yo la que estaba más interesada de los dos en ir a Córdoba, me encargué de buscar un alojamiento con encanto para estar más a gusto; así que me puse a buscar por trivago y booking para encontrar lo que yo quería: en el centro de la ciudad , desayuno, wifi, vistas bonitas,... vamos que esta vez no iba a ser tan cutre como cuando vamos al extranjero puesto que el viaje no iba a ser muy a trota-caballo como en otras ocasiones, fue de bastante relax.
Finalmente, vi uno que me encantó tanto el aspecto por lo que yo quería que tuviera: Hotel Los Abetos del Maestre Escuela. Además, no estaba mal de precio porque ya muchos se habían subido a la parra para reservar en el último momento durante el puente de diciembre.
Cuando llegamos, vimos que el aparcamiento lo tenía como un piso más abajo. Está bien porque cabe muchos coches; lo malo es que el acceso a personas con movilidad reducida es prácticamente nula. Sí, tiene una cuesta para ello, pero no es muy recomendable porque no es un suelo totalmente liso.
Al llegar a la puerta, nos giramos para atrás y no pudimos hacer otra cosa que sonreír: las vistas eran impresionantes. Aun cuando cierro los ojos puedo recordarlas con total claridad.
Nos dieron un habitación en la planta de la recepción y era todo un lujo puesto que teníamos cerca el comedor y la salida. Nada más entrar a donde teníamos que dormir, nos sorprendió muchísimo puesto que era enorme la estancia; nos podíamos mover con total libertad sin problemas de espacio. Tenía dos mesitas de noche, un banquito, una mesa con su silla, un televisor y un armario grande. El cuarto de baño estaba equipado con un montón de cosas y también podíamos estar los dos sin protestar debido al tamaño. ¡Era un lujazo!
Lo que no nos gustaba de la habitación es que de vez en cuando olía como a tabaco. Los recepcionistas nos dijeron que aunque dentro está prohibido fumar, sí se puede hacer en la terraza y que éstas se comunicaban por lo que podía entrar el olor.
Contratamos para todos los días el desayuno que era un buffet libre con un montón de cosas y bastante buenas.
Quiero destacar que el personal del hotel estuvo muy atento y muy simpático durante todo nuestro hospedaje. Así, da gusto estar.
Aunque disfrutamos de todo el conjunto del alojamiento, sí sabemos que hubiera sido mejor estar aquí en verano porque tienen unas piscinas y unos jardines espléndidos que se pueden gozar mejor con mayores temperaturas.
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