domingo, 26 de agosto de 2018

Renacida

Hoy vengo a contaros una cosa muy personal y que quizá vosotros no hayáis notado en el blog puesto que no se ha interrumpido en ningún momento porque suelo tener alguna entrada de forma programada ya que son tantas cosas a relatar que muchas veces me puede el ansia y escribo fuera de los sábados y domingos para tenerlo ya preparado para que salga cuando yo quiera.

Este 2018 no ha empezado muy bien para mí ya que lo hice con un simple resfriado que supuestamente se me curó en una semana. 

Sin embargo, a mediados de enero, empecé a encontrarme bastante mal achacándolo a una gripe bastante fuerte. De hecho fui tres veces al médico y fue lo que me diagnosticaron... Pero mi fiebre no bajaba nunca de 38 ni con paracetamol ni ningún otro medicamento. Cada vez iba a peor sin saber por qué.

Finalmente, fui al hospital donde me dijeron que era una neumonía bastante grave aunque yo seguía sin entender algunas cosas de las que ocurría y no estaba relacionado con lo que me diagnosticaron... Me quedé ingresada, me sacaban sangre cada poco tiempo, me hicieron demasiadas preguntas, el color de mi piel cambiaba constantemente (amarilla, gris, verde, etc... parecía un monstruo), no podía levantarme de la cama, mareos continuos, necesitaba ayuda hasta para ir al baño y bajarme los pantalones... 

Oí a un médico decir "esto es cuestión de día o día y medio" y yo en lugar de ponerme en lo malo, pensé en positivo pensando que solo me quedaba allí unas horas y punto. Mas yo veía que no me daban el alta.

Lo que menos me esperaba era tener una neumonía con una sepsis (fallo hepático, mala coagulación, oxígeno en sangre muy bajo, constantes taquicardias,...). De esto me enteré casi al final de mi estancia en el hospital donde estuve diez días ingresada. Imagino que los médicos al principio no querían alarmanos y por eso no nos lo dijeron en los primeros días; solo nos lo contaron cuando vieron que iba a mejor.

Cuando por fin nos dijeron lo de la sepsis, al salir los médicos de la habitación, buscamos información en internet. ¡¡¡ERROR!!! Con las cosas que se cuentan a uno se le pone los pelos de punta y hubiera preferido ser ignorante para no saber en qué puede acabar esta bacteria. Fue en ese momento cuando entendimos al médico que dijo "esto es cuestión de día o día y medio": es el tiempo que se necesita para saber si se va a mejor o a peor; menos mal que no lo supimos en el momento porque los nervios nos hubiera jugado una mala pasada.

A partir de ese momento fue cuando entendí muchas de las cosas que me pasaban y algunas reacciones del personal de allí (una enfermera se emocionaba cuando me veía y no hacía más que decir "pero es muy joven", los médicos también usaban esa frase sin dar muchas explicaciones,...).

He tardado más de un mes en recuperarme del todo (bueno o lo que yo consideraba que estaba bien para ir a trabajar) y durante un tiempo después me han seguido haciendo pruebas de análisis y placas para ver si por fin se iba "el bicho" (así lo he bautizado yo a lo que tenía).

Tanto mi familia (directa y política) como yo nos hemos llevado un buen susto que esperamos que no se vuelva a repetir. Aunque he sido una gran guerrera y he vencido al mal, no se lo deseo a nadie en el mundo ya que se pasa muy mal.

Desde aquí quiero dar las gracias a todo el personal del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda que me atendió porque me han salvado la vida. Ya se lo dije en persona, pero no puedo parar de agradecerlo.

También quiero agradecer todos los mensajes y llamadas de ánimo a toda la familia, amigos y más allegados; así como las visitas constantes que me hicieron.

Tanto a mi padre, como a mi madre, mi hermano y mi marido por traerme todo lo que les pedía de caprichos. Me daban la luna si se lo pedía.

Por último, quiero también dar las gracias a mi madre, a mi suegra y a mi marido por pasar conmigo las noches allí ayudándome en todo lo que necesitaba.

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