Como viene siendo tradicional en los últimos años, la familia de mi pareja y yo nos reunimos el 6 de enero para intercambiarnos los regalos y comer en algún restaurante todos juntos. En muchas ocasiones hemos acabado en la Tagliattella, pero esta vez mi cuñada ha buscado otro sitio para probar. Ella ya había estado pero los demás no.
Había un menú por 24,90 euros que comimos todos donde se daba a elegir lo siguiente:
- De primero: arroz con bogavante, viera, ensalada de queso de cabra y crema espinacas.
- De segundo: entrecot con patatas, pato, merluza en salsa verde y lenguado con lombarda.
- De postre: diferentes tartas y helados.
También entraba la bebida, el pan y el café o infusión.
Casi todos pedimos para empezar el arroz con bogavante excepto dos personas que se pidieron ensalada y viera. Todo tenía una pinta exquisita y venía mucha cantidad. Tanto es así que con el arroz nos trajeron una gran perola que sobró un poco porque ya no podíamos más. ¡Un sabor delicioso!
Para continuar tomamos el entrecot con patatas fritas excepto otra vez dos personas que se pidieron el lenguado y el pato. La carne estaba buenísima y en su punto; me encantó. El pescado y el pato también parecían muy ricos segundos.
Para terminar, en los postres nos pedimos cada uno, uno diferente; yo me pedí la tarta de queso (no podía ser otra cosa ya que me chiflan). Estaba rica, pero sinceramente prefiero otras que no son tan mazacotes y son más jugosas. No obstante, tenía buen sabor.
Lo pasamos muy bien pero al ser un día especial, había muchísimo ruido porque estaba todo el mundo hablando y ya llegó un momento que si queríamos hablar teníamos que gritar... Eso fue lo que menos nos gustó a todos, por eso cuando terminamos los cafés pedimos la cuenta y nos fuimos muy rápido.
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