Al igual que en el norte de Brujas, el sur también tiene preciosidades que se han de ver sí o sí. Ya estos días, os he ido contando algunos monumentos de interés (Groeningemuseum, Memlingmuseum y Begijnhof) con un poco más de detenimiento porque son los puntos estrella para visitar según todas las agencias de viaje, pero sinceramente me gustó mucho más todo lo que os voy a contar hoy.
Onze-Lieve-Vrouwekerk
Esta iglesia del siglo XIII, grande y un tanto sobria, ostenta una torre enorme, actualmente "cubierta" por restauración. El interior es conocido sobre todo por una serena y contemplativa estatua de la Virgen con el Niño de Miguel Ángel (1504), la única obra similar del artista que salió de Italia durante su vida. También hay una Adoración de los pastores de Pieter Pourbus.
En el ábside, la cámara del tesoro muestra espléndidas obras de arte de los siglos XV y XVI, además de las tumbas de piedra y bronce de Carlos el Temerario (Karel de Stoute) y su hija, María de Borgoña, cuyo crucial matrimonio introdujo los Países Bajos en el Imperio de Hasburgo, con consecuencias de amplia alcance.
Circuito por el canal
Recorrer el canal en barco es turístico, como todo en Brujas, aunque obligatorio. Navegando por Spiegelrei hacia Jan van Eyckplein uno puede imaginarse a los mercaderes venecianos entrando en la ciudad siglos atrás y dándose cita bajo el esbelto torreón de Poortsloge que estaban construyendo.
Arentshuis
Con la entrada de Groeningemuseum se puede acceder gratis a esta casa aristocrática del siglo XVIII en la que cuelgan los impactantes cuadros y los grabados de tonos oscuros de Frank Brangwyn (1867 - 1956), artista de Brujas de origen galés). Son especialmente conmovedoras sus imágenes de la I Guerra Mundial, de la que fue artista oficial.
Hof Arents
Detrás de Arentshuis, en este delicioso parquecito hay un puente peatonal, St-Bonifaciusbrug, que cruza el canal y brinda idílicas vistas. Apodado "puente de los amantes", presencia el primer beso de muchos habitantes de Brujas. Los privilegiados huéspedes del Guesthouse Nuit Blanche disfrutan de la romántica escena iluminada por la luna después del parque.
St-Salvatorskathedraal
La enorme torre central de la catedral de San Salvador del siglo XIII está coronada por multitud de torres pequeñas.
De día la construcción parece un poco austera, pero cuando la iluminan de noche adquiere un aire hipnotizador. El interior es altísimo, pero resulta extrañamente austero pese a exhibir varios tapices antiguos. Bajo la torre, un suelo de cristal revela tumbas pintadas, y hay una cámara del tesoro interesante, con objetos de latón del siglo XV y un tríptico de Dirk Bouts de 1559.
Godshuis St-Jozef & De Meulenaere
Algo maravilloso de Brujas es que, deambulando, se puede dar con un complejo de goshuizen (casas de socorro). Una de las más céntricas es Godshuis St-Jozef & De Meulenaere. Se entra por las grandes puertas negras.
Diamantmuseum
Aunque el actual centro de la industria de diamantes es Amberes, la idea de pulir piedras con "polvo" de diamantes nación en Brujas. Este es el hilo conductor de este logrado museo, donde además se expone un diamante en bruto de 252 quilates, de aspecto verdoso y abultado.
Brouwerij De Halve Maan
La última brouwerij (fábrica de cerveza) familiar que queda en el centro de Brujas se fundó en 1856, aunque hay una fábrica aquí desde 1564. Cada hora en punto salen visitas guiadas de 45 minutos en varios idiomas. Se incluye una cata, aunque a veces hay demasiada gente. La alternativa es probar una de las excelentes cervezas Brugse Zot o Straffe Hendrik en el café de la fábrica.
Gruuthuse
El museo debe su nombre a la mezcla de flores y hierbas empleada para aromatizar las cervezas antes del cultivo del lúpulo. La romántica entrada heráldica por un patio forrado de hiedra y agujas de ensueño resulta más interesante que las incoherentes exposiciones de artes decorativas un poco decepcionantes de su interior. Vale la pena asomarse a la ventana del oratorio del piso superior para disfrutar de una excepcional vista del ábside-tesoro de la Onze-Lieve-Vrouwekerk.
Minnewater
Conocido como el "lago del Amor", rememora el apogeo de las Brujas medieval. Antiguamente fue el muelle donde atracaban naves de lugares tan distantes como Rusia, que descargaban la lana, el vino, las especias y las sedas y zarpaban con cargamentos de tejidos flamencos.
Circuito por el canal
Recorrer el canal en barco es turístico, como todo en Brujas, aunque obligatorio. Navegando por Spiegelrei hacia Jan van Eyckplein uno puede imaginarse a los mercaderes venecianos entrando en la ciudad siglos atrás y dándose cita bajo el esbelto torreón de Poortsloge que estaban construyendo.
Arentshuis
Con la entrada de Groeningemuseum se puede acceder gratis a esta casa aristocrática del siglo XVIII en la que cuelgan los impactantes cuadros y los grabados de tonos oscuros de Frank Brangwyn (1867 - 1956), artista de Brujas de origen galés). Son especialmente conmovedoras sus imágenes de la I Guerra Mundial, de la que fue artista oficial.
Hof Arents
Detrás de Arentshuis, en este delicioso parquecito hay un puente peatonal, St-Bonifaciusbrug, que cruza el canal y brinda idílicas vistas. Apodado "puente de los amantes", presencia el primer beso de muchos habitantes de Brujas. Los privilegiados huéspedes del Guesthouse Nuit Blanche disfrutan de la romántica escena iluminada por la luna después del parque.
St-Salvatorskathedraal
La enorme torre central de la catedral de San Salvador del siglo XIII está coronada por multitud de torres pequeñas.
De día la construcción parece un poco austera, pero cuando la iluminan de noche adquiere un aire hipnotizador. El interior es altísimo, pero resulta extrañamente austero pese a exhibir varios tapices antiguos. Bajo la torre, un suelo de cristal revela tumbas pintadas, y hay una cámara del tesoro interesante, con objetos de latón del siglo XV y un tríptico de Dirk Bouts de 1559.
Godshuis St-Jozef & De Meulenaere
Algo maravilloso de Brujas es que, deambulando, se puede dar con un complejo de goshuizen (casas de socorro). Una de las más céntricas es Godshuis St-Jozef & De Meulenaere. Se entra por las grandes puertas negras.
Diamantmuseum
Aunque el actual centro de la industria de diamantes es Amberes, la idea de pulir piedras con "polvo" de diamantes nación en Brujas. Este es el hilo conductor de este logrado museo, donde además se expone un diamante en bruto de 252 quilates, de aspecto verdoso y abultado.
Brouwerij De Halve Maan
La última brouwerij (fábrica de cerveza) familiar que queda en el centro de Brujas se fundó en 1856, aunque hay una fábrica aquí desde 1564. Cada hora en punto salen visitas guiadas de 45 minutos en varios idiomas. Se incluye una cata, aunque a veces hay demasiada gente. La alternativa es probar una de las excelentes cervezas Brugse Zot o Straffe Hendrik en el café de la fábrica.
Gruuthuse
El museo debe su nombre a la mezcla de flores y hierbas empleada para aromatizar las cervezas antes del cultivo del lúpulo. La romántica entrada heráldica por un patio forrado de hiedra y agujas de ensueño resulta más interesante que las incoherentes exposiciones de artes decorativas un poco decepcionantes de su interior. Vale la pena asomarse a la ventana del oratorio del piso superior para disfrutar de una excepcional vista del ábside-tesoro de la Onze-Lieve-Vrouwekerk.
Minnewater
Conocido como el "lago del Amor", rememora el apogeo de las Brujas medieval. Antiguamente fue el muelle donde atracaban naves de lugares tan distantes como Rusia, que descargaban la lana, el vino, las especias y las sedas y zarpaban con cargamentos de tejidos flamencos.
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