Un olor a nuevo, el olor a papel, una historia, una fantasía, un romance, un crimen, un drama, algo mágico... Todas estas sensaciones y más son cuando uno tiene un libro nuevo en papel en mano. Pero... ¿y si lo multiplicamos por miles o millones de libros? ¿qué sensaciones se tienen? todas esas que he descrito multiplicadas por mil o un millón.
Así es como me siento yo, cada vez que voy a la Feria del Libro de Madrid situada en el Parque del Retiro de la capital... Parece que soy la niña pequeña en la noche de Reyes esperando sus regalitos. Voy buscando en cada puesto libros que me puedan llenar y apuntándome títulos en una libreta para poder luego buscarlos en tiendas online como amazon para comprarlo en formato electrónico... Pero cuando encuentro que realmente me entusiasma lo compro en papel. Si fuera por mí, me los compraría todos en formato físico pero mi sueldo no me lo permite y me arruinaría... así que tengo que conformarme con uno o dos el día que voy a la feria. ¡Es una difícil decisión!
Además hay estupendos descuentos que normalmente no se encuentran en las librerías y es el momento de conocer tiendas nuevas; así como los autores que escriben todas estas novelas para nosotros. En mi caso, este año, he vuelto a visitar a Megan Maxwell, cuyo encuentro hablaré en la próxima entrada.
¡Una pena que ya haya acabado! ¡Ya tengo ganas de que llegue el próximo año para poder ir! En alguna ocasión no he podido acudir ha este evento, cosa que me entristeció en su momento porque me encanta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario