Como os comenté en mi entrada anterior, durante el verano quedé varias veces para comer al salir del trabajo. La mayoría de veces fuimos al Museo del Jamón, aunque fuimos una al restaurante Casa Luciano que también está cerca de donde yo curro.
Al igual que el otro, en este también había varios menús del día con diferentes precios; siendo el más barato el de 11,50 euros. En todos ellos, se podían elegir entre 4 primeros, 4 segundos, postre; y añadían la bebida y el pan.
Recuerdo que yo tomé la paella, un filete de ternera con patatas fritas y tarta de queso. Otras personas escogieron las judías blancas, ensalada, pescado y tarta de manzana.
Todo estaba bueno, pero para venir la misma cantidad y calidad de comida que el Museo del Jamón; prefiero el que os hablé en la entrada anterior puesto que el precio es más barato y se come igual de bien.
Desde este descubrimiento, nos hemos vuelto a Casa Luciano. ¡Ojo! Que la comida no estaba mala; todo lo contrario, pero si a uno le ofrecen lo mismo más barato y al lado pues se suele ir a este último. Quizá volvamos otra vez pero será una excepción mientras esté el Museo del Jamón cerca.
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