jueves, 1 de noviembre de 2018

Burg (Brujas, Bélgica)

Ha sido el centro administrativo de Brujas durante siglos y aunque causa menos efecto que Markt, de la que dista una manzana al este, aún conserva su encanto. Acogió la catedral de San Donaciano hasta 1799, cuando la derribaron los fanáticos antirreligiosos. El toque moderno lo pone el pabellón ligeramente desconcertante de Toyo Ito, una pieza contemporánea geométrica situada en el centro de la arbolada, plaza. Dándole la espalda, se admira el lado sur, formado por tres fantásticas fachadas con relucientes toques dorados.

Burgse Vrije

Llamativo edificio con gabletes barrocos y estatuillas doradas. Fue el palacio del Franco de Brujas, el territorio autónomo gobernado por Brujas de 1121 a 1794. Aún alberga dependencias municipales, pero es posible visitar la Renaissancezaal para admirar la espectacular chimenea tallada de 1531.

Stadhuis

De 1420, el Stadhuis posee una fantasiosa fachada cubierta con réplicas de estatuas de los condes y condesas de Flandes. Dentro, una audioguía explica numerosos retratos antes de subir a la Gotische Zaal. Pocas salas producen un primer impacto tan fuerte como este deslumbrante salón techos policromados y abovedados, y románticas pinturas murales antiguas.

Heilig-Bloedbasiliek

El extremo occidental del Stadhuis se funde con la Heilig-Bloedbasiliek, cuyo nombre procede de una ampolla que, supuestamente, contiene unas gotas de la sangre de Cristo llevadas a Brujas tras las Cruzadas. La puerta de la derecha sube a la capilla donde se oculta la reliquia tras un tabernáculo de plata. Ahí también está el tesoro de la basílica, que guarda el relicario con joyas engastadas que contiene la ampolla durante la Heilig-Bloedbasiliek dek Día de la Ascensión.

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