El 7 de noviembre salió a la venta el primer libro de la saga "Yo soy Eric Zimmerman" y ese mismo día, estaba la presentación del mismo en el Hotel Emperador de Madrid. A mi esto me disgusta un poco porque casi no me da tiempo a comprarlo y mucho menos a leerlo por lo que es difícil hacer preguntas a la autora sobre el tema. No obstante, comencemos por el principio.
Dispuesta a ir a la firma, compré la novela por internet en la Casa del Libro con opción de recogida en tienda en una hora para así no quedarme sin él cuando saliera de trabajar de camino al lugar. Así que eso hice, mientras me bajaba la Gran Vía andando.
A pesar de llegar al lugar con una hora de adelanto; ya tenía el número 29 (cuando llegó el momento habían más de 130 personas; cada vez somos más guerreras las que vamos a estos eventos). En la misma fila, me encontré a un montón de gente que ya conocía (por lo menos de vista) de otras veces; especialmente a una con la que suelo hablar, Elena, y viene desde Guadalajara.
Ella, su madre (que esta vez no vino) y yo hicimos amistad con un sobrino de Megan Maxwell que suele venir a todas las firmas. Hubo una vez que nos guardó sitio a las tres en primera fila (tras los familiares) y al ver eso, muchas fanáticas de la autora; intentan lo mismo. ¡Me parece una locura porque hacen de todo! Preguntan a la tía si va a venir el niño (no tiene más de 15 años), se tiran a los brazos del chaval y siempre le ruegan un sitio cerca de su tía. Me parece muy mal que hagan algo así para llegar a su tía; lo de Elena, su madre y yo fue de casualidad ya que el sobrino estaba aburrido una de las veces y le dimos conversación, como podía haber sido con otra persona que no fuera de la familia. Y salió de él y su familia agradecernos el gesto sentándonos cerca (cosa que estaré eternamente agradecida ya que fue todo un detalle); pero nunca, nunca se lo pedimos ni nos tiramos a sus brazos desesperadas. Es más, esta vez le guardamos sitio nosotras cuando llegamos aunque no estuviera cerca de su tía y vio todo desde nuestro lado volviendo a darle conversación en momentos que se aburría. Allí quién debe ser protagonista es Megan y no el sobrino; que ahora resulta que le han salido muchas admiradoras pero por interés.
Una vez que entramos y nos sentamos, el evento se retrasó por problemas técnicos a la hora de poner el booktrailer ya que no lo tenían preparado. Pero bueno, no pasa nada ya que estábamos deseosas de oír a la escritora que tanto nos gustaba.
Mientras se solucionaban, Esther, la editora de Megan decidió empezar contándonos el por qué habían escogido al hombre que se elegido para el vídeo; aunque pocos minutos se interrumpió para dar comienzo a la proyección:
https://www.youtube.com/watch?v=H63cUrIvEfs
Esther nos contó que habían cogido a ese actor porque es alemán, muy guapo y especialmente porque, por desgracia, no se puede traer a la vida a Paul Walker. Se lo pasaron muy bien durante la grabación y les llamó la atención que hablara un poco de español y cantase la canción de Eric y Judith (Blanco y Negro). ¡Total, un partidazo!
El libro Yo soy Eric Zimmerman abarca las historias Pídeme lo que quieras y Pídeme lo que quieras ahora y siempre desde el punto de vista del protagonista. El siguiente volumen hablará sobre Pídeme lo que quieras o déjame, Sorpréndeme y Pídeme lo que quieras y yo te lo daré.
Como nadie se leyó el libro porque acababa de salir y no querían hacer spoiler del mismo, así que enseguida dieron turno a las preguntas de las que se sacaron las siguientes conclusiones:
- Se va a crear un libro sobre Daryl, el hermano de Lola en el libro Pasa la noche conmigo, pero aún no se sabe la fecha.
- Va a escribir un libro sobre Aiden, un personaje que sale en Una flor para otra flor, pero al igual que el anterior, no tiene fecha.
- La famosa novela de las brujas sigue en stand by, por lo que no se sabe cuándo lo acabará ni cuándo se publicará.
- En febrero de 2018 salió a la venta la segunda parte de ¿Y a ti qué te importa? que se titula ¿Y a ti qué te pasa?
- En junio de 2018 saldrá otro libro del que aún no se podía desvelar nada.
- En noviembre de 2018 publicará el segundo volumen de Yo soy Eric Zimmerman.
- Le gustaría lanzar la segunda entrega de Soy una mamá para el 2018, pero no sabe si podrá porque está a tope de trabajo.
- Cuando le propusieron escribir Pídeme lo que quieras, al principio dijo que no porque ella no sabía nada de lo erótico. Pero en una fiesta preguntó a sus amigos qué era lo que les ponía y todos dijeron "un trío con dos mujeres" y cuando hizo la misma pregunta a sus amigas contestaron "un trío con dos hombres". Como ya tenía por dónde empezar, dijo que sí a su editora y empezó a informarse para poder escribir una bonita historia.
- Cuando escribe una novela erótica, después de cada escena de sexo se fuma un cigarro; como si lo hubiera tenido en la vida real. Le cuesta mucho describir estas partes porque la agotan tanto o más que si lo estuviera practicando en ese momento.
Como podéis ver tiene un año bien completito y nos contó cosas curiosas que muchas no sabíamos.
Después de esto, dio paso a la firma y gracias a que la editora, tuvimos nuestro número según el orden de llegada al hotel y todo fue más ordenado que en otras ocasiones. Y con ese número sabías cuando te iba a firmar; por eso yo sabía que era la 29. Sin embargo, hubo unas admiradoras que querían colarse a toda prisa a pesar de que no les tocaba y apenas dejaban colocarse a las que estaban delante; menos mal que la editorial puso orden.
También quisiera mencionar una cosa que es importante para mí. Una presentación de un libro o una cola para firmar no es lugar para llevar a niños y mucho menos a este ya que es una novela para adultos y se hablan cosas que los pequeños no deberían oír aún. No me parece bien utilizar a los pequeños de la casa para colarse con la excusa "me tengo que ir para de cenar a mi hij@". Si una persona tiene narices para llevar a su pequeñ@ a esto, que apechugue y aguante hasta el final o sino no lo lleves (que es lo más sensato). Digo esto porque no ha sido una persona o dos las que he visto a hacer esto, sino más... y no es justo para las que llevamos ahí horas mientras que ella, llega le firma y se va por el hecho de tener un infante. Lo mismo digo para las embarazadas. ¡Ya habrá otro momento al que acudir! El día que me pase a mí, me aguantaré porque no quiero ir en periodo de gestación ni con un niño (si acaso buscaría algún familiar que pudiera cuidarlo y sino pues nada).
También quisiera mencionar una cosa que es importante para mí. Una presentación de un libro o una cola para firmar no es lugar para llevar a niños y mucho menos a este ya que es una novela para adultos y se hablan cosas que los pequeños no deberían oír aún. No me parece bien utilizar a los pequeños de la casa para colarse con la excusa "me tengo que ir para de cenar a mi hij@". Si una persona tiene narices para llevar a su pequeñ@ a esto, que apechugue y aguante hasta el final o sino no lo lleves (que es lo más sensato). Digo esto porque no ha sido una persona o dos las que he visto a hacer esto, sino más... y no es justo para las que llevamos ahí horas mientras que ella, llega le firma y se va por el hecho de tener un infante. Lo mismo digo para las embarazadas. ¡Ya habrá otro momento al que acudir! El día que me pase a mí, me aguantaré porque no quiero ir en periodo de gestación ni con un niño (si acaso buscaría algún familiar que pudiera cuidarlo y sino pues nada).
Otra cosa (he de decirlo públicamente para que se intente hacer algo con la falta de respeto que hubo) que me horrorizó de algunas de las mujeres que fueron a la firma (muchas fueron las que se lanzaron al cuello del sobrino de Megan) fue que cogían todo de todos los sitos. Pongo tres ejemplo muy claros:
- El hotel proporcionó agua para los asistentes (especialmente pensado para la autora, la editorial y su familia, si sobraba para el resto) y estas personas cogieron casi todas las botellas y metiéndose varias en el bolso.
- El hotel también dispuso para los asistentes unos lápices y unas libretas para tomar notas en caso de ser necesario. De nuevo, estas mujeres cogieron todos los lápices y las libretas para llevárselo a sus niños (por lo menos eso es lo que oí decirlas cuando les preguntaron que por qué cogían eso si no lo necesitaban).
- Por último, puso unos platitos con caramelos que también cogieron todos.
El hecho de ser algo gratis, no quiere decir que se ha de arrasar con ello sin importar si alguien lo necesita o no más que ellas. ¡Qué lastima que existan personas así! No me extraña que tengamos mala imagen los españoles de cara al extranjero en este tema. Me parece una falta de respeto hacia la autora, la editorial, la organización y al resto de los asistentes.
Quiero dar las gracias a Megan y a la editorial por los regalitos por ir a verla: una camiseta y un marcapáginas; especialmente quiero agradecer a la escritora lo encantadora que es con nosotros y por recibirnos siempre con una sonrisa en la boca.
¡Estoy deseando ir a la siguiente!
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