Como os dije en mi entrada anterior, mi objetivo en Valencia era visitar tres sitios: Museo de las Ciencias, Hemisfèric y Oceanogràfic. Así que tras hacer el check-in del hotel fuimos directos al primer sitio para canjear el vale que nos proporcionó buscounchollo.com.
En la taquilla, una mujer nos preguntó cómo queríamos hacer el recorrido para así proporcionarnos todas las entradas en ese mismo momento. Por lo que la respondimos que el orden para ver todo era que el primer día visitábamos el Museo de las Ciencias y el Hemisfèric; y al siguiente día el Oceanogràfic.
Nada más entrar al museo, nos fuimos directamente a la exposición de Pixar, aunque yo ya la había visto el año pasado en Madrid, pero mi acompañante no (además me gustó tanto que no me importó repetir).
Como era de esperar, había un montón de niños viendo cada detalle del dibujo y escuchando las charlas que se proporcionaban en los monitor; pero aunque lo pasaran bien, yo creo que los niños comprendieran todo y menos con el lenguaje que estaba expresado (incluso pienso que algunos adultos tampoco lo entenderían puesto que se habla con muchos términos informáticos que cuesta entender). No obstante, en esa exposición volví a disfrutar mucho y a mi acompañante también.
El día que fuimos las salas que hay en la planta baja estaban cerradas por lo que subimos directamente a la planta uno donde nos entretuvimos bastante (pasándolo pipa) con muchos de los experimentos de allí (algunos rotos por el mal uso que hacen de ellos algunas personas).
Ya estábamos agotados y eso que aún nos faltaba ver dos pisos más; pero cogimos todas las energías y continuamos con ello.
En la siguiente planta, estaba expuesto la vida de varias personas con premios nobeles: Jean Dausset, Severo Ochoa, Ramón y Cajal, Santiago Grisola... Para leer aquello hacía falta más de un día porque era demasiada información y leyendo rápido uno no se queda con nada. Así que leímos un poco encima porque sino íbamos a ir pillados con el tiempo.
Cuando por fin llegamos a la tercera y última planta, ya estábamos derrotados, pero queríamos verlo todo. Así que, aunque estábamos cansadísimos, vimos toda la última parte pero más desanimados porque estábamos deseando descansar. Sinceramente, me hubiera gustado ver esto más entretenidamente porque tienen muchas cosas interesantes y espero volver a algún día simplemente para recorrerme el tercer piso tranquilamente.
¡Es una auténtica paliza ver todo en el mismo día! Uno empieza muy animado viendo todo muy despacio y enterándose de todo, pero al final uno acaba desesperado por salir por el cansancio. Por lo que mi consejo es: dividir las zonas del museo para verlo en diferentes días y con calma.
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