Cuando mi pareja y yo fuimos a Cádiz, me empeñé en comer pescadito frito porque es típico de allí y me gusta mucho. Además, no me apetecía seguir con la comida basura que llevábamos días tomando. Así que cuando paseábamos por las calles de la ciudad nos íbamos fijando en los precios de los restaurantes con pescado para luego elegir uno económico. Pero... ¿habéis escuchado eso de "lo barato sale caro"? Pues eso mismo nos ocurrió a nosotros.
Era la una y media de la tarde, teníamos un pelín de hambre (no mucha), podíamos aguantar un poco más hasta la hora de comer, pero cuando vimos la Cafetería Samir (o como dice su cartel en la entrada Samir Café Bar) y sus precios, no dudamos en entrar y comernos unas tapas para así aguantar mejor y comer un poco más tarde lo habitual.
Pedimos cada uno una botella de agua y luego para compartir media ración de calamares y una de gambas rebozadas. Se me hacía la boca agua solo de pensar lo que íbamos a comer... Pero vimos que éramos de unos de los pocos clientes que había allí y tardaban muchísimo en servirnos lo que habíamos pedido. Nos extrañó, aunque callamos para no molestar.
Cuando nos trajeron los platos, nos sorprendimos bastante porque las raciones eran raquíticas y las gambas estaban por dentro congeladas aún y por tanto se hacía raro comerlas calientes y crujientes por fuera y frías y duras en su interior. ¡Un horror! Eso sí, los calamares estaban bien.
Mientras pedimos la cuenta, yo fui al baño... y lo recuerdo como una pesadilla: estaba todo muy sucio y no había quién tocara nada... incluso para lavarse las manos me dio asco.
Al volver a la mesa, me encontré con la sorpresa de que nos cobraron el servicio 80 céntimos por persona. ¿Eso es legal; y más siendo tan nefasto y sin comer en la terraza?
Como somos unas personas bastante prudentes y no nos gusta armar escándalo pagamos y nos fuimos muy descontentos.
Eso sí, por la tarde yo me empecé a sentir fatal del estómago y creo que fueron sus gambas; a mi pareja no le pasó porque él no las comió al ver cómo estaban. Así que no pude comer nada hasta el día siguiente que se me fue el malestar.
Eso sí, por la tarde yo me empecé a sentir fatal del estómago y creo que fueron sus gambas; a mi pareja no le pasó porque él no las comió al ver cómo estaban. Así que no pude comer nada hasta el día siguiente que se me fue el malestar.
Ahora, mientras estaba haciendo la entrada de esto me he dado cuenta de dos detalles en el ticket más que no me había fijado:
- La dirección que indica no existe; yo la he buscado en varios callejeros y no aparece por ningún lado. Es Plaza Mentidero, en lugar de Plaza del Metidero.
- Y, lo segundo es que veo una falta ortográfica que me hace daño a la vista "gambas rebosadas". Yo entiendo que allí hablen a su manera y cambien las Z por S, pero eso no implica escribir mal.
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