Harry Potter y el misterio del príncipe

Con dieciséis años cumplidos, Harry Potter inicia el sexto curso en Hogwarts en medio de terribles acontecimientos que asolan Inglaterra. 

Elegido capitán del equipo de Quidditch, los entrenamientos, los exámenes y las chicas ocupan todo su tiempo, pero la tranquilidad dura poco. 

A pesar de los férreos controles de seguridad que protegen la escuela, dos alumnos son brutalmente atacados. 

Dumbledore sabe que se acerca el momento, anunciado por la Profecía, en que Harry Pottery Voldemort se enfrentarán a muerte: «El único con poder para vencer al Señor Tenebroso se acerca... Uno de los dos debe morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida.». El anciano director solicitará la ayuda de Harry y juntos emprenderán peligrosos viajes para intentar debilitar al enemigo, para lo cual el joven mago contará con la ayuda de un viejo libro de pociones perteneciente a un misterioso príncipe, alguien que se hace llamar Príncipe Mestizo.

Harry Potter y el misterio del príncipe

J. K. Rowling

Editorial: Salamandra

ISBN: 978-84-788-8990-7 

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Este libro me enfureció mucho (aunque lo disfruté) por dos motivos:

1. Desde un principio Harry sospecha que Malfoy es un mortífago y nadie lo cree; ni siquiera sus amigos y gente a la que aprecia. Eso me creo una frustración a medida que leía. Es increíble que tras cinco años en la escuela y con todas sus aventuras; aún haya personas que no lo crean porque dicen que es absurdo lo que dice.
2. Siguen muriendo personajes que tienen cariño al protagonista y a los que él considera de su familia.

A medida que uno va leyendo los dos últimos libros de esta saga, se va dando cuenta que la historia se vuelve mucho más siniestra y apenas reina la felicidad exceptuando casos puntuales de líos amorosos (se ve muy poco esto porque sobretodo se basa en matar a Lord Voldemort). Pasa igual con las películas: no hay ni un color vivo y parece todo muy tétrico.

Aun así me sigue gustando mucho los libros porque trasladan a un mundo lleno de aventuras y enfrentamientos que no tienen nada que ver con la realidad; y me distraen del día a día.