A medida que recorría las calles de la ciudad de Santander, más fascinada me iba quedando. Mientras paseaba me sorprendió encontrar un edificio: El Banco de España.
¿Por qué me llamó la atención? Ignorante de mí, no sabía que había sucursales de este banco por toda España, pensaba que sólo había en Madrid; en ninguno de mis viajes por la península me había percatado de esto. Debido a mí vergüenza que pasé al pensar eso, cuando regresé a mi casa no dudé en indagar un poco en Google y descubrí muchísimas cosas. Era curioso todo lo que ignoraba sobre el banco sabiendo que todos los días se habla de él en las noticias españolas. ¡Nunca hay mal que por bien no venga! Ya hoy en día, se puede decir que me actualizado en este tema; y por ello estoy muy contenta.
Bueno, no me quiero meter con la economía española, porque para eso están todos los medios de comunicación. Además, es un tema un poco peligroso para estar aquí tranquilamente hablando sobre ello. No me gusta meterme en temas polémicos. Así que, volviendo al inicio de mi entrada; hoy voy a hablar del edificio Banco de España en Santander.
Esta manzana está situado muy cerca de La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, Plaza de las Atarazanas y el Edificio de Correos en Santander.
Fue construido durante los años 20 del siglo XX en el solar donde se encontraba el Fuerte de San Felipe. Se basa en la tipología del palacio renacentista italiano, en donde destaca la zona noble a través del balcón central.
Tiene planta rectangular con tres alturas y ha sido realizado en piedra de sillería empleándose para la decoración el mármol, el metal dorado y la caoba barnizada. En las fachadas se presenta vanos rectangulares en el piso superior y vanos en arco de medio punto en el inferior, con rejería muy sólida. En el interior hay un patio cubierto con una gran vidriera.
En mi opinión, es un edificio que resalta sobre los que tiene a su alrededor porque tiene un aspecto diferente. ¡Comprobadlo!
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