Santander no es una ciudad, es un mundo nuevo para descubrir. Es pequeño comparado con Madrid, pero tiene muchísimas cosas que visitar y cada vez que pienso en cuanto tengo que escribir, creo que nunca terminaré; pero con paciencia y poco a poco lo voy consiguiendo aunque me lleve días o semanas.
Hace unos días atrás os hablé del Ayuntamiento de Santander, y hoy lo voy a hacer sobre un magnífico edificio que hay muy cerquita: El Mercado de la Esperanza.
Fue construido a finales del siglo XIX sobre los restos de un antiguo convento franciscano, y recientemente rehabilitado por el ayuntamiento. Es destacado por su estructura de acero y vidrio sobre una base de piedra de sillería, en un estilo ecléctico con muchas trazas modernistas.
En su interior contiene 166 puestos de venta de alimentación, principalmente carne y pescado. Es un mercado de abastos.
En la Plaza de la Esperanza, a unos metros del mercado, se instalan otros puestos ambulantes. Los martes y viernes se puede comprar ropa, calzado y otros productos no alimenticios. Se puede conseguir muy buenos precios. El resto de los días se instalan los fruteros y verduleros, aunque hay puestos fijos de verdura dentro del propio mercado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario