Hoy os voy a llevar a un rinconcito de Portugal donde ha sido la mejor estancia que tuvimos y donde disfrutamos un montón; por lo que merece tener una entrada en mi blog únicamente dedicada a este alojamiento.
En los últimos días del viaje, decidimos hacer noche siempre en un mismo sitio ya sea en Portugal o España, pero algo que esté en medio para poder pasar de un país a otro sin hacer muchos kilómetros. Primero pensamos en un hotel, pero como se iba a añadir más gente a partir de ese momento pues decidimos coger una casa rural para todos puesto que nos iba a salir más económico y estaríamos a nuestras anchas. Buscamos y buscamos hasta encontrar una que parecía muy agradable y estaba adaptado para las cinco personas que éramos.
La casa se llama Casa Boavista y se encuentra en el distrito Formariz de la región Paredes de Coura. Nos costó mucho encontrarlo puesto que ni Google Maps ni la aplicación de Mapas de Apple, lo localizaba bien y no hacían más que darnos vueltas y vueltas... Por ello, aconsejo a la gente que pida las coordenadas exactas del sitio y que lo ponga en el GPS, de esa forma se llega seguro y sin pérdidas.
Cuando por fin llegamos, nos sorprendimos porque era un lugar precioso, muy bien cuidado y en medio de un bonito espacio verde como en el campo (con gallinas, perros, vacas,...). Es una parcela muy grande que tiene 4 casitas: una para los dueños que se llaman Acácio y Gloria Cerqueira, otra para alquilar a 4 ó 5 personas y otras dos para 2 ó 3 personas. Cada apartamento se compone de salón, baño, dormitorio, cocina y comedor. Además hay un porche muy agradable que se puede estar para comer o cenar. El desayuno está incluido en el precio y nos dieron un buen banquete cada día.
La decoración de los alojamientos de los huéspedes es muy rústica y de piedra, pero es preciosa y da un toque a la casa distinto a lo que conocemos tradicionalmente. Y para recibirnos, nos pusieron una bandeja con botellas de agua y unas galletas. Además de una cesta llena de nueces. ¡Qué rico todo!
Al igual que en un hotel, nos incluían las toallas, los jabones,... Estaba todo muy bien equipado para que estuviéramos a gusto. Además, si no teníamos algo, los dueños nos lo traían. ¡Eran muy atentos y muy agradables! No querían que nos faltara de nada.
Como despedida, propusimos a Acácio y a Gloria hacer una pequeña barbacoa para cenar corriendo nosotros con los gastos puesto que era una invitación nuestra. Pero al llegar del supermercado, nos llevamos la gran sorpresa de que ellos nos habían preparado unos platos típicos de allí como entrantes. ¡Siempre fueron muy amables!
Además se animaron con nosotros y se pusieron a bailar y a cantar en español. Montamos entre todos ¡Un verdadedo espectáculo! ¡Y una gran fiesta!
El día que nos fuimos de la casa, nos daba mucha pena porque nos lo pasamos en grande e íbamos a echar de menos a ambos. Prometimos volver, y estamos esperando con impaciencia que se nos presente esa oportunidad de nuevo.
Acácio me dijo que si podía recomendar el sitio para que la gente lo conociera, pero esto no lo estoy haciendo porque me lo pidió, sino más bien porque da gusto encontrar gente así y estar en un sitio tan fantástico como este. Por lo que recomiendo a cualquiera que quiera ir que se ponga en contacto con los dueños directamente (ya sea a través de las redes sociales, por email o por teléfono) para hacer un buen precio sin tener que pasar por una agencia que se llevan más de la mitad de lo que piden Acácio y a Gloria.
Os dejo alguno de sus datos para que podáis poneros en contacto con ellos: Teléfono +351 964 005 854 y email acaciomatiascerqueira
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