Hace poco, tuve la oportunidad de
hacer otra escapada fuera de España con un acompañante. Esta vez fue en Berlín
para visitar a un amigo que está viviendo allí y ya de paso a conocer la ciudad
(si daba tiempo a algún sitio más).
Todo lo que vi me encantó y
durante las próximas entradas voy a relataros todos los sitios que he podido
conocer de allí.
Nada más llegar y después de
dejar las maletas en el alojamiento y de saludar a nuestro amigo, nos
dispusimos a visitar los alrededores que hay cerca de este, especialmente la Puerta
de Brandeburgo y el parque Tiergarten.
De camino, vimos una plaza llena
de cubos y prismas de diferentes tamaños que nos impresionó mucho porque había
cientos y cientos. Cuando nos paramos al lado del cartel de la descripción de
este monumento, leímos que era un homenaje a los judíos caídos durante la época
de Hitler. ¡Impresionante! Se me pusieron los pelos como escarpias y ahora
mismo mientras lo relato me pasa igual.
Tras tomar unas fotografías y recuperarnos de la impresión que nos dio aquello, nos topamos con la Puerta de Brandeburgo que es el símbolo más célebre de la ciudad. Está coronada por una cuadriga triunfante y que ha sido testigo privilegiado de momentos cruciales de la historia de la ciudad; por ella han pasado gobernantes y hombres de Estado, desfiles militares y manifestaciones…
Tras tomar unas fotografías y recuperarnos de la impresión que nos dio aquello, nos topamos con la Puerta de Brandeburgo que es el símbolo más célebre de la ciudad. Está coronada por una cuadriga triunfante y que ha sido testigo privilegiado de momentos cruciales de la historia de la ciudad; por ella han pasado gobernantes y hombres de Estado, desfiles militares y manifestaciones…
Sobre esta zona quiero destacar
los siguientes elementos a parte de la puerta:
- La cuadriga: la escultura de seis metros de altura que corona la puerta fue realizada en 1.794 por Johan Gottfried Schadow como símbolo de la paz. Una sobrina de Schadow posó como modelo para la diosa, y se hizo así famosa en toda la ciudad.
- El hotel Adlon Berlin: terminado en 1.997 y frecuentado por altos dignatarios, el hotel más lujoso de Berlín es, en realidad, una reconstrucción del original que fue destruido en la Segunda Guerra Mundial. Entre sus huéspedes ilustres figuran Greta Gargo, Thomas Mann y Charles Chaplin.
- El DZ Bank: este moderno edificio, diseñado por el arquitecto estadounidense Frank Owen Gehry, combina la austeridad prusiana con atrevidos elementos arquitectónicos.
- La Akademie der Künste: el nuevo edificio, erigido entre 2.000 y 2.005 por Günter Behnisch y Manfred Sabatke, incorpora las ruinas de la antigua Academia, destruida en la Segunda Guerra Mundial. Actualmente es la Academia de Artes y cuenta con interesantes exposiciones.
- La Embajada de Francia: entre 1.999 y 2.001 Christian de Portzamparc construyó una elegante mansión en el solar donde se alzaba la Embajada francesa antes de ser destruida en la Segunda Guerra Mundial. Sus columnatas y altos ventanales son un homenaje al palacete original.
- El Palais am Pariser Platz: este complejo, una lograda reinterpretación del estilo neoclásico, obra del arquitecto Bernard Winkling, se esconde al norte de la puerta de Brandeburgo. En su interior hay un café, un restaurante y una tienda de regalos en torno a un agradable y sombreado patio.
- El Eugen-Gutmann-Haus: la sede central del banco Dredsner en Berlín, construida entre 1.996 y 1.997 por el estudio de arquitectos Hamburgo gmp, recupera el sobrio estilo de los años 20. Frente a este edificio se encuentra el famoso letrero original de la Pariser Platz.
- El Haus Libermann: Josef Paul Kleihues construyó este edificio al norte de la Puerta de Brandeburgo entre 1.996 y 1.998, que recrea fielmente la estructura del origial. La casa toma su nombre del artista Max Libermann, quien vivió en ella en 1.933. Se cuenta que, al ver al ejército nazi desfilar por la Puerta de Brandeburgo, dijo: “Por mucho que coma, no bastará para vomitar todo lo que desearía”.
- La embajada de Estados Unidos: Desavenencias entre la embajada y el senado de Berlín han retrasado varios años la conclusión de este edificio, ya que los requisitos de seguridad impuestos por los estadounidenses implicaban el desplazamiento de una calle histórica que, por fortuna, sigue en su sitio. Las obras terminaron en 2.008.
¡Tengo muchas ganas de ir!
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