Uno de los centros comerciales más famosos de Dublín es el de St. Stephen Green que se sitúa en frente de una de las entradas principales del parque que tiene también el mismo nombre.
Me impactó mucho ver una tienda de ropa y que dentro tuviera unas escaleras para llegar a un supermercado (muy barato, por cierto). Yo nunca había visto algo parecido. No es feo, pero si es raro para mí.
Independientemente de eso, el centro comercial está muy bien, no solo por las tiendas y restaurantes sino por la luminosidad que tiene gracias a su cúpula de cristal y la pintura blanca que tiene por dentro. (Personalmente, han hecho bien en pintarlo así porque muchas casas apenas tienen luz natural por pintar la pared de oscuro y con las nubes y lluvias continuas que hay, no pueden disfrutar de la claridad).
La fachada por el exterior también es digna de ver con sus cristaleras y sus plantas colgando.
Yo recomiendo ir, pero no solo para comprar sino también para disfrutar de la arquitectura de este edificio.
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