Uno de los lugares más bonito que puede existir en Dublín es el parque de St. Stephen Green. Es un sitio precioso para pasar el día con los amigos tirados en el césped o jugando a lo que sea (eso si, hay que ir en uno de esos días que hace buen tiempo, pocos hay pero haberlos haylos). Se puede respirar aire puro.
Allí se puede encontrar con un estanque precioso lleno de patos y cisnes. Además se está rodeado de vegetación con mucha variedad de colores. La pluralidad de planta que hay en este país es lo que más me gusta.
Todos los días después de trabajar, me doy un paseo por el parque (ya que lo debo de cruzar para ir a la para de autobús) y disfruto mucho viendo como la gente se divierte y también de la naturaleza que hay allí.
No olvidéis de visitar este sitio cuando vengáis a Dublín.
A mi también me gustó muuuuuuucho el parque.
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