Pintores y poetas, de Picasso a Apollinaire, trajeron el arte a Montmartre; gracias a ellos, este barrio está indisolublemente unido a la bohemia de finales del siglo XIX y principios del XX. Todavía quedan multitud de artistas callejeros en la Place du Tertre dispuestos a retratar a los turistas. El nombre de la zona deriva de Monte de los Mártires, en honor del primer obispo de París, San Denis, que fue decapitado aquí por los romanos en el año 250. Los parisienses, sin embargo, la llaman la Butte, ya que es el punto más alto de la ciudad. Miles de visitantes ascienden cada día a la cima para disfrutar de las vistas desde el Sacré-Coeur; pero además hay que descubrir el encanto de Montmatre: las callejuelas, las placitas y las terrazas. Bajo la colina se encuentra Pillage, donde antaño se concentraba las salas de baile y los cabaret; en la actualidad han sido sustituidos por locales con espectáculos eróticos en el Boulevard de Clichy.
Los lugares de interés de este barrio son:- Sacré - Coeur
- El Espace Montmartre Salvador Dalí: Tal vez las obras de Dalí aquí reunidas no sean las mejores del artista, pero aun así este museo encanta a los incondicionales del pintor surrealista. Se exhiben más de 300 dibujos y esculturas. Se ha creado un montaje con efectos especiales que incluye la voz de Dalí, con la intención de crear un ambiente surrealista. También hay bronces de sus famosos relojes blandos.
- Le musée de Montmartre: Este museo se ubica en uno de los edificios más bellos de Montmartre, Le Manoir de Rose de Rosimond, llamdo así por un actor del siglo XVII. Desde 1.875 sirvió de vivienda y estudio para muchos artistas. A través de dibujos, fotografíasy otros recuerdos se presenta la historia de Montmartre desde el siglo XII hasta la actualidad, haciendo hincapié en la vida bohemia de la belle époque. Se ha reconstruido incluso un bistrot decimonónico.
- La Place du Tertre: A 130 metros, la antigua plaza de Montmartre, cuyo nombre significa montículo, es el punto más alto de la ciudad. Sin embargo, todo su encanto queda disminuido por las oleadas de turistas, los artistas callejeros y los restaurantes masificados. En el número 21 está la oficina de información del viejo Montmartre. Muy cerca se alza la iglesia de Saint - Pierre de Montmartre, lo único que queda en pie de la vieja abadía benedictina, que se mantuvo desde 1.133 hasta la Revolución Francesa.
- Le Cimetière de Montmartre: El principal cementerio de este barrio se extiende bajo una concurrida carretera, en una antigua cantera de yeso. Es mucho más tranquilo de lo que pueda parecer a primera vista. Las tumbas, muchas de ellas ricamente decoradas, reflejan el gusto artístico de los moradores.
- Le musée de l'Erotisme: El museo del Erotismo cuenta con más de 2.000 objetos. Hay pinturas, esculturas, fotografías y dibujos. Las piezas están presentadas con un gusto exquisito, que refleja el sincero interés de los tres coleccionistas que fundaron el museo en 1.997 por explorar los aspectos culturales del erotismo. Se exponen tanto objetos de las culturas primitivas como obras caprichosas.
- El Moulin Rouge: El Molino Rojo fue el cabaret más famoso de la belle époque; escandalizaba a los respetables ciudadanos y atraía a los artistas bohemios de Montmartre. Toulouse-Lautrec lo inmortalizó en sus dibujos de bailarinas, como Jane Avril. Hoy se exponen en el Musée d'Orsay. Todavía se representan funciones de cabaret.
- Au Lapin Agile: Restaurante y cabaret de la belle époque que frecuentaron diversos pintores y escritores bohemios de la época. Su nombre deriva de un dibujo realizado André Gill de un conejo saltando de un puchero, por lo que recibió el nombre de Lapil à Gill. Con el tiempo el nombre derivó en Lapin Agile.
- Le Place des Abbesses: Esta bonita plaza está al pie de la Butte, entre Pigalle y la Place du Tertre. Hay que bajarse en la estación de metro del mismo nombre para admirar una de las pocas estaciones art nouveau originales que quedan en la ciudad. La diseñó el arquitecto Hector Guimard y presenta arcos verdes de hierro labrado, lámparas color ámbar y una quilla de barco, el símbolo de París, en el techo. Aparte de la estación de Port Dauphine, es la única que mantiene la cubierta de cristal original. Junto a la escalera de caracol de la entrada hay un mural pintado por artistas locales. Es mejor coger el ascensor, ya que es la estación más profunda de París.
- El Moulin de la Balette: En Montmartre hubo más de 30 molinos de viento utilizados para moler el grano y prensar la uva; éste es uno de los dos que se conservan. Durante el sitio de París en 1.814, los soldados rusos ataron a las aspas a Pierre-Charles Debray, su propietario. Se conviertió en salón de baile en el siglo XIX le inspiró algunas obras de algunos artistas famosos. Ahora es un restaurante que se puede contemplar desde la Rue Lepic; merece la pena visitarla por sus tiendas y restaurantes.
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