Después de haber conocido a Miller y haber descubierto que se ha enamorado irremediablemente de él, Livy va y se entera de su secreto, del motivo por el que, según él, no podían estar más de veinticuatro horas juntos. Y es que Miller es el chico de compañía más deseado de la ciudad. Ella no puede estar con él, por eso lo dejó, pero tampoco sin él, así que se va rompiendo poco a poco... es el momento de Miller para demostrarle que quiere tenerla a su lado y que no importa lo demás. Aunque no basta con quererlo, pues los "dueños" de Miller no estarán conformes con dejarlo ir si pueden seguir consiguiendo tanto dinero gracias a él. Miller no es libre, pero por Livy... por Livy hará lo que sea.
Pues eso, después de enterarse de quién -o mejor qué- es Miller, Livy se hunde en el fango, y claro, no es para menos, encima hay que tener con su propio pasado oscuro, también relacionado con ese mundillo y... el mundo se le viene encima a la pobre. Y menos mal que cuenta con la ayuda de su abuela Josephine y de Gregory, su mejor amigo gay.
Una noche, traicionada
Jodi Ellen Malpas
Editorial: Planeta
ISBN: 97884081133070
En la entrada anterior os conté que con el primer libro me enfadé muchísimo... ese cabreo no era nada comparado con el que me pillé con el segundo. Sigo sin entender cómo a la gente le puede gustar esta dominación sobre la mujer:
-Yo, Tarzán, yo hombre, yo ser mejor que una mujer. Jane, tú tener que obedecer.
Prácticamente las dos entregas estas es así y el protagonista no admite la contradicción de una mujer ... Me pone enferma y me enerva.
¿Qué es eso de tener que llevar a la mujer del cuello como si fuera un perro? ¿Ella no sabe caminar por sí sola? ¿Ella no puede guiarse por sí sola? ¿Y eso de que solo la mujer expresa sus sentimientos mientras que el hombre no dice ni mu aunque le digan "Te quiero"?
Parece ser que Miller piensa que las mujeres somos tontas... Y lo peor de todo es que Livy le permite todo TODITO todo; hasta las mentiras del protagonista. ¿Qué clase de mujer es esa? Desde luego, una sin personalidad propia. Y lo que más me fastidia es que la autora sea una mujer y escriba así sombre el sexo femenino. ¿Dónde está la igualdad si permitimos que estos libros triunfen?
Parece ser que Miller piensa que las mujeres somos tontas... Y lo peor de todo es que Livy le permite todo TODITO todo; hasta las mentiras del protagonista. ¿Qué clase de mujer es esa? Desde luego, una sin personalidad propia. Y lo que más me fastidia es que la autora sea una mujer y escriba así sombre el sexo femenino. ¿Dónde está la igualdad si permitimos que estos libros triunfen?
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