Convencida de que es lo mejor para ambos, Gisele decide romper la promesa que le hizo a Matt y retrasa su regreso. La separación será dura para ella, pero lo será mucho más para él, ya que esperaba desesperadamente su vuelta para recibir su apoyo durante el proceso de su enfermedad.
Una vez en casa, Gisele se encuentra con un Matt muy diferente del que se desvivía por amarla. Su actitud es seca y distante, y no tiene intención de ponérselo fácil cuando ella decide recuperarlo. Se sintió decepcionado cuando lo abandonó y se niega a aceptarla de nuevo en su vida.
Sin embargo, la tensión sexual entre ambos no ha cambiado, y cuando la pasión estalla, logran acercar posturas. Dudas, resentimientos y un intenso amor los encadena... ¿Podrán olvidar el daño que se han hecho y disfrutar de la relación que siempre han anhelado?
La Chica de Servicio, Y ríndete
Patricia Geller
Editorial: Esencia
ISBN: 978-84-081-3522-7
Estaba deseando que llegase esta última parte de la saga puesto que el resto me han hecho enfurecer muchísimo y pensé que quizá este libro me permitiera disfrutar más de la historia. Pero no fue así, me enfadé muchísimo más que en el resto porque no veo normal que tanto Matt, como los amigos y la familia de Gisele se distancien de la protagonista porque ésta haya decidido alejarse de su marido tras el calvario que le ha hecho pasar durante las entregas anteriores. Yo la entiendo y hubiera hecho lo mismo, es más ni hubiese vuelto por el hombre que tanto amaba porque éste no se lo merece. Una cosa es una enfermedad y otra es que sea violento. Cierto, es que se trata e intenta convivir con lo que tiene encima para toda la vida, pero la violencia sigue existiendo y eso no se cura con la medicación de una persona bipolar...
He de decir, que la historia tiene un final feliz como se espera, pero, personalmente, no me ha gustado ni el desenlace ni ninguno de los libros y sé que algunos se me echarán encima (ya sea en persona o en redes sociales) por la opinión que he puesto en cada una de las partes... y a todos ellos, les digo: para gusto están los colores.
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