El barrio judío es un barrio medieval, que nos permite penetrar en un camino de encuentro con el pasado, en un deseo de mostrar las calles, las casas, los corrales donde hombres y mujeres tuvieron su vida y la de sus hijos. Lugares por los que las pisadas de generaciones de judíos anduvieron y que todavía hoy resuenan en nuestros oídos, en nuestro lenguaje, en nuestra cultura. Calles tan evocadoras en su arquitectura como en sus nombres: Judería Vieja, Judería Nueva, Calle de Santa Ana, Corralillo de los huesos...
Hoy en día, aún se conservan algunos lugares de interés que se pueden visitar de esta zona.
El actual Convento de Corpus Christi es la sinagoga que mejor se ha conservado de las cinco que existieron en la aljama segoviana. Este hecho se debe a la conversión que, en 1410, la llevó a ser iglesia católica tras los sucesos del Corpus Christi, a quien se advocó la nueva confesión del templo.
Consta de una sala hipóstila dividida en tres naves, separadas por arcos de herradura y pilares octogonales rematados con capiteles de piñas y roleos. Sobre las naves laterales existe una galería corrida compuesta por arcos de herradura intercalados con arcos pentalobulados cuyos intradoses están decorados con palmetas.
Las primeras documentaciones sobre el templo datan del siglo XIV pero todo parece indicar que la construcción sería del siglo XIII. Actualmente pertenece a la Orden de las Monjas Clarisas que son quienes se encargan de su apertura.
El centro didactico o Casa de Abraham tiene como objetivo mostrar, enseñar y divulgar a los visitantes la historia de los sefardíes de Segovia, por medio de paneles informativos, objetos expositivos, y medios informáticos divulgativos de última generación . Se puede contemplar, así, desde las vistas de la judería actual, hasta los documentos existentes en el archivo de la ciudad y que hablan de la presencia judía, pasando por una ceremonia virtual del shabbat sefardí o un audio que recrea la historia de la antigua Sinagoga Mayor.
Su finalidad es ser el eje que permita la comprensión y visualización del espíritu del barrio que albergó una de las poblaciones judías más numerosas de la corona de Castilla, a través de la contextualización en la cultura judía sefardita y la muestra de elementos culturales. Aportando esta dimensión cultural, además de la humana, se puede ser capaces de sumergirse en la Segovia del medievo sefardí.
Se debe prestar una especial atención al hecho de que esta fue la vivienda de Abraham Seneor, judío destacado en su sociedad como uno de los escasos hebreos que pudieron ocupar las más altas esferas sin renunciar a su fe, hasta la obligación de 1492. Tras su muerte, esta casa fue vivienda de un ilustre descendiente de judeoconversos: el doctor, filólogo y estudioso Andrés Laguna.
Ubicado en la Puerta de San Andrés (Monumento Histórico-artístico desde 1931), el Punto de Información Turística La Muralla alberga un nuevo espacio destinado a ofrecer información sobre la Muralla de Segovia.
Aunque ésta ha sufrido numerosas transformaciones a lo largo de su dilatada existencia, conserva completo su trazado original de finales del sigo XI. Fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1941.
Este nuevo punto de información turística es visita obligada para quienes deseen redescubrir la Muralla con sus puertas y postigos así como otros monumentos que durante el recorrido nos saldrán al paso.
Este espacio ha sido posible gracias al proyecto de Recuperación del Patrimonio Histórico de Segovia para su mejor uso turístico y cofinanciado por el Ayuntamiento de Segovia y el Espacio Económico Europeo (EEA Grants).
El cementerio judío se situaba en la ladera occidental del rio Clamores y abarcaba el espacio amurallado comprendido entre la Puerta de San Andrés y la Casa del Sol.
No es posible establecer una datación cronológica con un mínimo de precisión dada la ausencia de losas sepulcrales que nos diera alguna información. Sí es posible, en cambio, saber de un vistazo la orientación de los sepulcros (cabecera - oeste y pies -este) tras las sucesivas campañas arqueológicas.
Los sepulcros descubiertos son antropomorfos, es decir, excavados en la roca, dejando hueco para la cabeza y los hombros del cadáver mientras que en la mayoría la forma de la cavidad es simplemente trapezoidal. Se puede contemplar, excavadas en la roca, las últimas moradas de los cuerpos de los hebreos pobladores de Segovia, e incluso aventurarse a imaginar cómo en sus laderas los sefardíes segovianos daban el último adiós a sus difuntos en las tumbas o las cámaras hipogeas.
El acceso al cementerio es libre y se encuentra señalizado desde el barrio judío, a través de la Puerta de San Andrés. Para llegar hasta él, será necesario recorrer el mismo camino que sus cortejos fúnebres, a través del Puente de la Estrella y ascendiendo por la ladera.
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