Al salir del Palacio de la Granja de San Ildefonso, nos encontrábamos famélicos puesto que se nos hizo tardísimo así que decidimos buscar un sitio donde comer y que no estuviera lejos.
Encontramos, muy cerca del palacio, un restaurante llamado Canónigos que nos llamó la atención y no parecía tener mal precio pera un menú del día así que sin dudarlo entramos.
Uno podía escoger por carta o por varios menús que había. Nosotros nos cogimos uno sencillito que tenía cuatro primeros a elegir, cuatro segundos, bebida y postre o café. La verdad es que estaba todo buenísimo y todos pedimos cosas diferentes que luego pudimos probar unos de otros: macarrones con tomate y chorizo, ensalada y sopa castellana para empezar, a continuación fue huevos fritos con chorizo, trucha y filete empanado. ¡Exquisito!.
Además viendo los platos que pedían otros comensales, vimos que tenía que ser bueno en todo porque tenían una pinta maravillosa y con muchísima cantidad.
Quizá si nos hubiésemos ido un poco del centro, nos hubiéramos gastado 2 ó 3 euros menos por persona pero no hubiésemos comido tan bien. Recomendado al 100%
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