El palacio de Buckingham, el más famoso de Londres y una de las referencias más importantes de la ciudad, fue construido como residencia por el primer duque de Buckingham hacia 1705. En 1825, Jorge IV encargó a John Nash su ampliación hasta convertirla en un verdadero palacio. Completado en 1840, fue ocupado por primera vez por la reina Victoria en 1837. La enorme fachada fue diseñada por sir Aston Webb en 1913.
El palacio es la residencia actual de la reina, pero algunas salas de Estado permanecen abiertas al público durante el verano. Muchos parques reales permiten también acceso a los visitantes.
En ocasiones especiales la reina y otros miembros de la familia real se asoman a la balconada del palacio para saludar a la multitud que se congrega en la plaza.
Los guardias del palacio, con sus conocidas casacas rojas y sus gorros de piel negra oso, hacen el relevo a las 11:30 cada mañana. Los guardias van hacia el palacio desde los cercanos cuarteles de Wellingron.
Todos los días, un carruaje Brougham tirado por caballos sale para recoger y entregar la paquetería real por Londres, incluido el ejemplar semanal del Country Life para el palacio.
El extenso jardín de este monumento es un oasis para los animales y cuenta con un lago. Aquí se celebran al menos tres grandes fiestas anuales, a las cuales acuden más de 300.000 invitados.
Las caballerizas reales son los establos en funcionamiento más elegantes de Inglaterra y cuidan de los Windsor grises y los Cleveland zainos que tiran de la carroza real en ocasiones especiales. La colección de carrozas, automóviles y carruajes se completa con el espléndido State Coach de oro, de 1760.
La Queen's Gallery alberga un programa temporal de exposiciones de las obras maestras de la Royal Collection, con trabajos de artistas como Johannes Vermeer y Leonardo da Vinci.
La entrada de los Embajadores que conduce hasta el Grand Hall. Desde aquí parte la espléndida escalinata, con su balaustrada dorada, hacia la primera planta, donde están las salas de Estado.
En el salón del trono alberga los tronos utilizados en la coronación de la reina Isabel y del príncipe Felipe. El salón, diseñado pro John Nash, tiene un techo profusamente ornamentado y suntuosas lamparas.
La Picture Gallery es una de las salas más grandes del palacio y tiene una cúpula acristalada. Alberga un buen número de pinturas de la Colección Real, obras de Rembrandt, Rubens y Van Dyck,
Los banquetes en honor de los jefes de Estado se celebran en la sala de baile. El acontecimiento más brillantes del año es en noviembre, cuando 1200 miembros del cuerpo diplomático acuden en traje de gala.
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