domingo, 22 de marzo de 2015

Granada (España)

No hace muchos meses, en diciembre, pude hacer una pequeña escapada con mis padres y un amigo a Granada; una ciudad donde siempre había querido ir para conocer todas esas bellezas que siempre aparecen en los libros de historia y en especial La Alhambra.

Era por la tarde cuando llegamos y veníamos muy cansados, por lo que tras dejar el equipaje en el hotel; nos dispusimos a dar un pequeño paseo para situarnos un poco dónde estábamos. Subimos y bajamos la calle de los Reyes Católicos que es dónde se encuentran todas las tiendas de grandes marcas (para los madrileños, es como la Milla de Oro).

A la altura de la Gran Vía de Colón está la Plaza de Isabel La Católica dónde se encuentra una estatua de ella junto a su marido (no sale muy bonita la foto porque detrás hay un edificio horroroso).

Mientras paseábamos, estuvimos buscando un cajero de La Caixa para recoger las entradas a La Alhambra para al día siguiente. Fuimos a cuatro diferentes, pero todos daban problemas para imprimirlas. Al final, como no las pudimos sacar, nos dimos por vencidos y las recogimos en taquilla. No entiendo por qué dan el servicio de imprimirlas en cajeros si luego es imposible. ¡Menos mal que no había mucha gente en la entrada y no tuvimos que esperar mucho!

Cuando llegamos al gran monumento histórico, me impresionó muchísimo a pesar de ser invierno y, por tanto, haber muchos árboles desnudos. El paisaje es precioso y a medida que uno va recorriendo cada rincón de la Alhambra, más asombrada estaba. Me gustaban las vistas desde allí a la ciudad y me gustaba todo lo que iba viendo: los Jardines del Generalife, los Palacios Nazaríes y la Alcazaba (de origen árabe) y el palacio de Carlos V y la iglesia de Santa María (de origen cristiano). Acabé agotadísima viendo cada esquina y el largo paseo porque estuvimos más del tiempo recomendado. Después de esta paliza no pudimos seguir visitando otros monumentos hasta el día siguiente.

Al día siguiente, tras caminar tanto en Alhambra, quisimos hacer algo más relajado por lo que cogimos un tren turístico que no era muy caro y hacía varias paradas por la ciudad de Granada y además va contando algo de historia de todos los sitios que va pasando: La Alhambra, las Puertas de las Granadas, la Plaza Nueva, la Carrera del Darro, el Paseo de los Tristes, el Mirador de San Nicolás, el San Miguel Bajo, la Plaza de la Romanilla, la Calle Alhóndiga, la Plaza de Mariana Pineda, la Calle Molinos y el Hotel Alhambra Palace. Dimos una vuelta entera sin bajarnos en el tren para ir escuchando primero todo lo que se contaba de cada sitio y después de conocer la historia, nos bajamos en cada parada para ir visitando todo.

Cuando nos quedamos satisfechos de ver todo, fuimos a la estación de esquí de Sierra Nevada para ver también las montañas y la nieve. ¡Era una estampa preciosa!

Todo el viaje nos gustó muchísimo a todos y recomiendo hacerlo. Además también aconsejo alojarse en el Hotel Corona de Granada puesto que la calidad-precio está muy bien y tuvimos una estancia muy agradable allí.

Por mucho que nos encantara la ciudad, si tengo que hacer mencionar una cosa que no me gustó nada. En muchos sitios y folletos indican que Granada está preparada para acoger a las personas minusválidas o discapacitadas, pero yo no creo que sea verdad. En la Alhambra no prestaron una silla de ruedas a una persona con esas características y el suelo no es cómodo para que una persona que tiene dificultades para caminar; por lo que se le hace un reto bastante complicado el visitarlo a pesar de poner carteles enormes con el símbolo de minusválidos. Lo mismo ocurre en el autobús turístico ¿Cómo es posible poner una escalera móvil para subir o bajar del transporte a una persona que apenas puede doblar una rodilla? ¿No sería mejor poner una rampa?

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